36. Consecuencias.

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Días antes.

Aegon, guiado por su ambición y el machismo arraigado en su mentalidad, decidió retener a Visenya y a su hijo como rehenes en el imponente castillo. A pesar de que Visenya era la legítima heredera al Trono de Hierro tras la muerte de su madre, había todavía unos cuantos que se negaban a entregar el poder a una mujer.

Un día mientras la princesa se encontraba cautiva en su habitación, recibió la visita inesperada de su abuelo, Corlys Velaryon, quien acudía al rescate de su nieta, llevándole comida y bebida, aprovechando para ver un poco a Visenya después de tanto tiempo.

— He visto a tu bebé. — comenzó hablando él, ganando completamente la atención de Visenya. — Es grande, será robusto cuando crezca y estoy seguro que te causó problemas en el parto debido a su tamaño, ¿cómo te encuentras, pequeña? — Corlys tomó asiento frente a ella, esperando a que dejara de comer del pan que le había traído.

— Será grande, como su padre. — Visenya tragó el pan con dificultad, pues su boca estaba seca pero no quería beber del vino que le había traído Corlys, pues en ella albergaba la esperanza de poder amamantar a su bebé y el vino contaminaría su leche.

— Estoy seguro que Cregan estará orgulloso de su cachorro. ¿Ya tiene nombre o debo seguir llamándole "el bebé"? — Visenya sonrió sutilmente, no había tenido oportunidad de pasar mucho tiempo con su nuevo hijo, pero aún así la imagen mental de la primera vez que lo sostuvo en brazos no abandonaba su cabeza.

— Su nombre será Rickon, en honor al padre de Cregan. Creo, él me lo mencionó hace ya bastante tiempo, pero no sé si cambió de idea. 

— Es un buen nombre para un Stark... — dijo Corlys, para después guardar silencio por un tiempo. Un gran silencio incomodo que Visenya tuvo que romper al notar que Corlys intentaba hablar y no lo lograba.

— No has venido a hablar solo sobre mi hijo, ¿qué es lo que en realidad te trae aquí?

— Tenemos un plan... para terminar con el reinado de Aegon y que puedas reclamar lo que por derecho es tuyo. Haremos lo mejor para el reino y sin duda alguna, esto lo es.

Visenya miró cautelosamente a Corlys, pensando en sus palabras.

— ¿Se te ocurre algo? — Visenya habló, ella sabía que Corlys le tenía cariño pero tampoco entendía porque vendría a hablar con ella sin motivo siendo que Baela también se encontraba confinada. Sabía que ya estaba planeando algo.

— He estado hablando con algunas personas por aquí. He escuchado rumores de venenos mortales que pueden ser indetectables. Si pudiera conseguir uno de esos venenos y tú podrías hacer que lo tomara. Es una idea arriesgada, pero si logramos envenenar a Aegon sin dejar rastro, podríamos liberar a los Siete Reinos de su yugo. 

— ¿Cómo pretendes que lo haga? — Visenya rio con ironía tras escuchar las palabras de Corlys. — yo estoy aquí atrapada, no puedo hacer nada. En cambio tú estás afuera, paseándote libremente con el enemigo.

— Visenya... en el consejo se han hablado cosas atroces de las cuales también quiero advertirte. Aegon planea entregar a tu bebé a Cregan como negociación para la paz, pero ha dicho que a ti planea matarte para que nadie intente validar tu derecho al trono, pues es una amenaza para él, sin embargo también ha amenazado con tomarte a la fuerza, pues necesita un heredero.

— Aegon siempre fue un hombre tan desagradable... Lo mataría antes de que intentara tocarme. — Visenya miró las cosas que Corlys le había llevado, un plato de pan del cual ya solo quedaban migajas pues ya lo había devorado y una jara de vino del cual aún no había bebido. Visenya se quedó en silencio unos segundos, mientras miraba el vino, el plan de Corlys comenzaba a convencerla. — siempre le gustó mucho beber, supongo que podré poner el vino en alguna de su copa cuando venga e intente hacer lo que planea. Pero estaré asesinando a un rey, el asesino de mi madre y usurpador de mi ahora trono, pero aún así un rey... Sabes que se me juzgará aunque tenga motivos para haberlo hecho, ¿verdad?

La Reina Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora