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Al terminar de arreglarme Daphney me permite verme. Me veía totalmente extraña, parecía una chica, una delicada, diferente y definitivamente no era yo. Mi ropa, mi cabello y desde luego el suave maquillaje.

- Daph, esta no soy yo -balbuceo.

- No es la B se siempre, es la verdadera chica, esa que deben ver todos y lamentablemente está en versión limitada -sonríe de una manera cariñosa y me abraza.

- Estas loca, igual te quiero.

- Yo también, apresúrate o llegaras tarde -me da una nalgada riendo y salgo de su habitación.

- ¡Perra, te llamo cuando llegue! -grito desde abajo.

- Mejor no, estar con mi nerd -chilla y río.

- Suerte y usen protección.

- ¡Beatriz! -grito, cerré y fui a el lugar en el que me encontraría con Jared.

Estaba nerviosa, ni deseo ver vista así, que me reconozcan o algo así. Aunque vestida así no lo harían nunca, creo.

Camino a un banco cerca de un parque para niños. A lo lejos reconozco esa hermosa cabellera castaña y unos ojos gris deslumbrantes que conectaron con los míos. Su sonrisa creció y acelerando el paso se acercó a mí. Mi pulso se alteró como me ocurría siempre que él estaba junto a mí. Odio lo cliché y lo típico, pero con mi "pared" favorita todo era mágico.

-Beatriz, estas hermosa -dice ya frente a mí.

Siento mis mejillas tomar un fuerte color rojizo. Supongo que frene a el puedo ser yo, que no mas chica "macho", esta vez quiero ser yo. Deseo ser como soy con Daph o Daemon. Le regalo una sonrisa ladeada y lo observo rápidamente. Lleva una camisa azul eléctrico con su cuello en "v", unos jeans azules y unos converse negros.

- Gracias, tú también te ves bien -sonríe y toma mi mano.

- Te llevare a un lugar muy bonito y como castigo de los entrenamientos iremos caminando -bufo y poniendo los ojos en blanco li sigo. Bromeamos de lo primero que se nos venía a la mente, incluso cuando recordó cuando un idiota insinuó que habíamos tenido sexo al comienzo de clases.

- Estaba furiosa -admite.

- ¿Qué hiciste?

- Estaba cobrando a una chica, ella me pregunta que si no es mi bici y al girarme solo veo un chico rubio de largo cabello, solo pensé en matarlo. Casi tocaría la campana y no tendría como llegar, ahí fue cuando comencé a seguirte.

- Yo en cambio desee morir cuando te vi.

-¿Por?

- Creí que me reclamarías por la bici.

Una pregunta rondaba mi cabeza. En este momento recordé el día que lo vi con una chica, ¿será la misma que me delato? Por la que un día sentí ¿celos? Quiero preguntar, pero el valor no me daba para hacerlo.

- Escúpelo -doy un brinco sorprendida por lo seco que lo dijo.

- Pues...-¿se lo pregunto? ¿Qué más da?- Una vez iba a reclamarle a Marc, pero antes encontré tu bici -ríe y asiente- estabas con una chica, ¿Quién era?

- Mi novia -responde tan serio y frio que fue como si me hubieran tirado agua helada.

Me quede parada observando si se trataba de una broma, pero su voz y su cara afirmaban lo que decía. Unas inmensas ganas de golpearlo crecieron. Cerré mi mano en un puño y río como si de un chiste se tratara.

- ¡Serás imbécil! -rujo.

- Ella era mi prima y hermana de Rixon -ríe limpiando una lagrima.

Fingiendo ser gay©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora