#Beatriz
Tenía que limpiar la habitación de Steven. Mi mente tan magnifica había planificado lo que sería mí siguiente venganza, aunque el tirarme por las escaleras había sido algo muy bobo, supongo que la pintura no le afecto tanto como creía.
Me encargo de limpiar bien la habitación, ya que mamá verificaría las habitaciones y si no teníamos su aprobación tendríamos que volver a limpiarlas.
Estando todo organizado, comienzo mi broma. Steven es despistado, así que cambie sus calzones por bragas negras. Se que el muy hijo de mierda creado de orina de perro caería redondito (me encanta insultar de forma gratuita). Lo bueno es que sé que todos se darán cuenta de que lleva bragas y pasara más de una vergüenza.
Daphney y Daemon se han ido hace una hora y quedamos en reunirnos en la mañana para volver a practicar. También aprovecharíamos para las Datriz comprar los vestidos.
Algo que agradezco de fingir ser gay es que no debo usar vestido, yo soy el novio, así que llevare un traje esmoquin, que la verdad es que quedan muy bien.
Busco a mamá para que vea la habitación y me da su aprobación. Minutos después aparece en mi habitación, con la pintura para las paredes del baño. En la habitación de Steven, coloco mi iPod en sus altavoces. La canción que suena es de las que hasta a los enfermos motivan bailar y mientras pintaba las paredes de la ducha cantaba y bailaba. Mis caderas se movían de lado a otro, siguiendo la canción y de seguro si dieran premios por cantar y bailar en la ducha, yo ganaría.
Mi cántico no era el mejor, pero cantaba con pasión así que eso cuenta, ¿no?
Escuche una risa y me gire a ver quién estaba. Creo que al instante me volví tan roja como el cabello de la sirenita Ariel. Jared estaba junto con mi mamá y mi hermano. No sé por cuanto tiempo estuvieron observándome, pero de seguro lo suficiente para haber escuchado mi canto de sirena y ver mi danza que cualquier parecido a Shakira es pura coincidencia...
Mi pasatiempo es mentirme, ¡viva el amor propio!
— ¿Cuánto llevan ahí? —pregunte apuntándolos con la brocha de pintura blanca.
—Lo suficiente para haberte escuchado imitar al gato de la canción de Drunk, sabes, creo que Ed Sheraan te demandará —mi hermano estallo en una risa sonora junto a Jared que se sujetaba la barriga.
—Vamos madre, búrlate también —le digo al verla morder su labio inferior con fuerza—. Tú —señalo a Jared—, ¿qué mierdas haces aquí?
Toma varias respiraciones antes de hablar. Lo que aproveche para observarlo. Llevaba una camisa azul que decía: "R U Mine?" Y creo que si no fuera porque el imbécil es un mundano le robaría la camisa, aunque se debería velar la espalda. Unos jeans a la rodilla y unas zapatillas del color de la camisa. Me encanta su cabello castaño despeinado y sus ojos grises que resaltaban más de lo normal con su camisa.
—Mañana nos reuniremos en la playa para la práctica, el encuentro será a las dos, ya sabes por lo de que no habrá clase —explica.
—¿No puede ser más tarde? Es que quede con Daphney.
—La verdad es que no...
—Los dejo hablar, ¿desean algo antes de irme? —nos interrumpe mamá. Ambos negamos el ofrecimiento y ella se va Steven.
—¿Eso era todo? —preguntó cortante al encontrarnos solos.
—¿Por qué no dijiste novia? ¿Tu madre no lo sabe? —lo miré confundida— Es que has dicho Daphney y no novia, no lo sé, lo encontré extraño —se encoge de hombros y se acerca.
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Fingiendo ser gay©
JugendliteraturBien, soy una chica para nada normal de 17 años. La razón es simples amo los deportes. ¿El problema? Fácil, los idiota de mi instituto no permiten que chicas jueguen ningún deporte y para mi el deporte es mi vida, así que no me quedo de otra de fin...