- ¿Estas bromeando? ¿Dónde están las cámaras? -me pregunta Jake mirando a todos lados o mas bien simulando que busca algo.
- Nunca he hablado con tanta sinceridad, querido -río burlonamente.
Jake estaba en el suelo como si fuera un perro en cuatro patas. Ganamos miradas de todo y la mayoría de las personas lo miraban con lastima. Caminando me fui acercando a un grupo de chicas.
- No lo haré -asegura.
- Ya sabes el trato, lo tomas o lo dejas -lo amenazo, sintiéndome totalmente poderosa.
El trato para soltarlo es muy fácil. Solo tiene que conseguir una cita para el baile. Hay que mirar el lado bueno y lo excelente amiga que soy. Si el consigue una cita, se libera de mi venganza y tiene acompañante para el baile, pero no tan solo eso, así el podrá encontrar una chica cero superficial o encontrara una loca. El punto es que encuentra a una chica y es un buen plan.
<<Vamos, convéncete tu misma>>
¡No necesito convencerme! ¿De qué debo convencerme?
<<Te convences porque sabes que lo que estas haciendo es cruel>>
No, yo no trato de convencer me porque... bueno tal vez... No me trato de convencer y punto.
- Comenzaremos desde ahora, tigre -me burlo, ya viendo a el grupo de chicas mas cerca- conquístalas.
Frente al grupo de chicas y Jake aprieta los dientes, pero no se impone y me sigue. El grupo las chicas nota nuestra presencia y se girar, mirando entre caras de asco, sorprendidas y una que otra de superioridad, les sonrío con la sonrisa mas espléndida -sarcasmo- y mas brillante -mucho mas sarcasmo- que le he podido dar a alguien.
Mis ganas de hacerlas comer tierra eran como el ego Ian al presumir que esta de amigos con Alexandra y jura hacerla su novia.
Dejo a Jake frente al grupo de chicas y observo de cerca.
Por su faldas que apenas tapan sus traseros, sus cabellos rubio teñidos (consejo, si te pintas el cabello de rubio no te olvides de las cejas) y sus camisa rosa yo logre intuir o al menos llegue a la idea, de que tipo de chicas se trataban.
Si ese es el grupo de chicas mimadas, fresas, zorras, hijas de papi.
- Hola -saluda Jake, mirando al suelo y se que sus mejillas arden de vergüenza.
- ¡¿Como te atreves hablarnos?! -grita una de las rubia de ojos color miel- No me digas que tienes garrapatas tu perrito, ósea #¡Que asco! -yo amo que hablen así, ¡lo amo! Y noten el sarcasmo- Llévate a ese canino lejos, ¿tiene vacunas? -yo miro a Jake que exactamente tiene una cara de asco igual que la mía- ¿a caso conoces lo que es un baño?
- Que tal si le das una lamida -le propongo a Jake. Me sonríe y camina hasta ellas, pero gritan haciéndolo reír.
- Soy mala pero no tanto, yo te libro de estas fresas -le tomo las mejillas a Jake y el finge ladrar.
- ¡O sea, nosotras no somos fresas! -habla la rubia anterior. Se coloca una mano en el pecho u una en la cintura pareciendo ofendida- ¿Verdad chicas?
- ¡Para nada! o sea somos divas divinas -responden al unísono.
- Esto es algo que no haría una fresa -me encojo de hombros y le saco mi mas valioso dedo, ese que es del corazón.
- ¡Grosera! -gritaron.
- Gallinas y no por miedosa si no porque cacarean. Les dijera ardilla pero ya la tenemos -miro a Amy y veo que aprieta la quijada- ¿Cierto Amy?
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Fingiendo ser gay©
Teen FictionBien, soy una chica para nada normal de 17 años. La razón es simples amo los deportes. ¿El problema? Fácil, los idiota de mi instituto no permiten que chicas jueguen ningún deporte y para mi el deporte es mi vida, así que no me quedo de otra de fin...