#Beatriz
Caminaba lentamente por cada grupo solo por diversión. Es gracioso ver como aumentan la velocidad según voy caminando. Me paro frente al grupo de baloncesto y los miro fijamente a todos, no quiero que noten que esto realmente me divierte. Mientras me acerco muchos se les nota nervioso y uno que otro confiados, pero a esos yo les exijo más.
– ¡Hey, tú! –digo señalando a un chico rubio. Él se tensa al darse cuenta que es él y me mira–. Esto no es ballet, mientras golpea la levantas la cabeza y solo utiliza una mano para el balón. Intenta correr la cancha con ella utilizando solo una mano y cabeza arriba –asiente y se va de inmediato.
Un chico musculoso trigueño se ríe y yo me acerco a él. A ver que él hace. Es de los chicos con el ego por Marte –o quien sabe si por sábado, lo sé, mal chsite–, o Plutón, y que intenta llevarse una animadora a la cama. Es un imbécil y sufrirá un leve castigo.
– ¡Hey, tú! –le grito y él no hace caso– ¡Hey, mira! –pero al ver que me ignora me le acerco como un rayo– Te estoy llamando –digo apretando los dientes para no asesinarlo.
–Es que "Hey, tu" no es mi nombre –río sin gracia.
–De seguro es idiota o imbécil, pero ya que no se cual te va mejor ya que –hago una mueca de lastima fingida–, me vale mierda y te llamo por "Hey, tu".
Él se para frente a mí con las manos formando puños. Si piensa el muy imbécil que me tocara esta JO.DI.DO. Lo miro desafiante y sus ojos presentan molestia y enfado.
–Quiero ver desde que punto tan lejos puedes encestar –le digo sonriendo de lado– ¿Aceptas el trato?
–Acepto –dice seguro de sí mismo.
¡Le patearé el ego por donde más le duele al imbécil este!
–Con todo esto hay una condición, si no la hechas desde el centro...
–Si aremos un trato la distancia, la elijo yo –me interrumpe.
–Me parece bien –le concedo.
–Si no la encestas tres veces corridas con dos oportunidades a fallar, renuncias a tu cargo y a los deportes, si soy yo, estoy fuera –miro mis uñas como si fuera lo más interesante.
–Como dije antes, acepto.
Pretendía encestar desde el otro canasto, idibécil le debería llamar, eso es Idiota+imbécil=Idibécil
Tomo un balón y busco a Daphney que se encuentra entre las animadoras. Me mira con ojos suplicantes y le lanzo un beso. Se escucha un "aww" y veo a Amy patear algo lejos de las gradas.
–¿A quién de este moreno le estaba coqueteando? –Daphney levanta la mano fingiendo sonrojo– ¡Y también me quiere bajar la novia! Ven aquí.
Daphney camina hacia mí y la tomo de la cintura, todas las animadoras la siguen y los grupos de forman alrededor de la cancha para ver el espectáculo. El idibécil sigue presumiendo y cuando me separo de Daphney para buscar el balón lo veo acercarse y darle un beso en la mejilla. Todos lo miran con cara de espanto, sabiendo que ha cavado su propia tumba.
Nadie me baja mi novia falsa.
–Estas a tiempo de arrepentirte, ¿estás de acuerdo con todo?
–Totalmente de acuerdo –dice confiado.
Le lanzo el balón y el comienza desde abajo, pero yo lo detengo. Eso es un ejercicio de calentar y hace media hora que los envié a calentar.
–¿Qué haces? –preguntó.
–¿No está claro? Calentar.
–No amigo, –digo negando con el dedo índice y la cabeza– hace media hora exactamente envié a todos los grupos a calentar, ¿cierto? –preguntó a todos
–Siiii –gritan al unísono.
–Significa que debes estar más que caliente. Comienzas a lanzar desde donde se te indico.
Él se acomoda y lanza. Falla, La segunda la encesta.
–Te queda una sola perdida y te faltan dos puntos –tira y falla–. Te puedes arrepentir, si lanzas y pierde estas fuera.
– Yo seguiré –lanza y encesta.
Se prepara para el punto decisivo. Todos con la mirada fija al balón, todos los movimientos se veían en cámara lenta y veíamos la bola en el aire como si nunca fuera a llegar. El balón llego al canasto y comenzó a dar vueltas en el aro. Todos estaban tensos. Dio una vuelta, dos vueltas y ¡Callo fuera!
Todos aguantaron la respiración y yo tome un balón. Camine hacia él que al parecer no lo podía creer.
– Sabes, por las dos veces que la encestaste yo lo intentare también, si fallo tu entras.
–¿Te burlas? –dice muy cabreado.
–Eso jamás –Me pongo en posición y miro a Daphney que me mira levantando los dos purgares–. No serán tres, serán cinco, no me puedo equivocar y esto va por mi novia –Le lanzo un beso y ella ríe.
– ¡Por Datriz! –grita y yo río.
Tomo concentración y lanzo, la encestó. Todos cuentan conmigo.
– ¡Uno! –lanzo otra vez– ¡Dos! –respiro hondo y lanzo– ¡treees! –vuelven a gritar– ¡Cuatrooo! –miro a mi alrededor antes de lanzar el ultimo tiro y a lo lejos veo a una persona, mi sangre se quedó helada, pero volví en si cuando escuche mi nombre o más bien mi nuevo apodo– ¡Datriz! ¡Datriz! –me animaban. Lance y entro perfectamente por la maya. Todos comenzaron a gritar emocionados. Camino hacia el moreno y lo miro fijamente.
–Por eso soy la capitana, por eso estoy aquí a pesar de ser "mujer" –digo habiendo colillas con los dedos.
–Te vienes a burlar –dice con odio y sin darme cuenta me levanto la mano para pegarme y en mili–segundos Lexter lo había sujetado de un brazo, Jared de otro y rematando, Daphney le pego un puñetazo en la quijada–. Zorra –le grita.
–Ninguna zorra, mi novia idibécil –le digo y le pego en la entrepierna– hagan lo que quieran con el –me fui caminando hacia donde hace unos momentos creí ver algo.
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¡Hola!
¿Les gusto? Espero que sí, porque va dedicado a todas las chicas que me han comentado que siga con la novela y a las que me regalan una estrellita.
¡Soy teamDatriz!
Les quiero un millón y hasta luego.
Besotes del grande del ego del moreno y abrazotes del tamaño de Marte. Chao. Chao.
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Fingiendo ser gay©
Teen FictionBien, soy una chica para nada normal de 17 años. La razón es simples amo los deportes. ¿El problema? Fácil, los idiota de mi instituto no permiten que chicas jueguen ningún deporte y para mi el deporte es mi vida, así que no me quedo de otra de fin...