Una duda corría por mi cabeza, dando tropiezos con cada neurona hasta inundar mi cerebro y formulas una pregunta ante la situación en la que me encontraba.
¡Oye! La que anda dando tropezones eres tú, mira que yo camino bien -dice Condatriz.
No es momento -le gruño a mi conciencia.
Mujer deja de gruñir y formula la pregunta -dice poniendo los ojos en blanco y le doy un zape mental.
Mi pregunta es: ¿Qué hace el entrenador aquí?
No tiene que estar aquí. Un trato es un trato y desde hace muchos años acordamos que no volvería a pisar la escuela. Seguiría obteniendo su paga sin tener que ir a trabajar. Mientras tanto yo me quedaba a cargo de los equipos ya formados en la escuela. Los deportes es algo que amo y no me importa hacer lo que sea por ellos...
Mi amor a los deportes es amor por los recuerdos obtenidos. Cuando tenía una familia, cuando tenía a papá...
Es cierto que tengo a Mike y a Sara. Ellos han sido unos padres geniales, pero cuando recuerdo mi niñez, recuerdo los momentos felices... Me hace extrañarlos, lo malo es que nada se puede remendar si la persona está muerta.
Miro la pizarra donde está el profesor de historia. No quiero estar aquí, a decir verdad no quiero este en ningún lado. Hago un esfuerzo y decido a escuchar, las historias siempre me han encantado pero justamente hoy hablaba del machismo... irónico. Ennegrezco en una página la labra Idiota, mensaje subliminal para cuando el profesor decida pedir la libreta. Estaba tan centrada que no me había fijado que Jake me toca el hombro.
- ¿Estas bien? –pregunta frunciendo el ceño y ladeando la cabeza, con una extraña mueca de preocupación.
- El entrenador está aquí -muerdo mi labio inferior y agacho la mirada a mis manos jugueteando con mi lápiz y la goma.
Esto me preocupa... ¡Me preocupa mucho!
Se trata de algo muy importante para mí y eso me causa miedo. ¿Vendrá a cumplir con su deber? ¿Me sacara del equipo? ¿Descubrió mi verdadera preferencia? ¡PARA QUE REGRESO!
Cálmate mujer, me das dolor de cabeza -se queja Condatriz- y hazme el favor de no repetir lo mismo, me das jaqueca.
¡A mí es a quien le da, a mí!
- Beatriz, eres muy fuerte. No dejes que eso te agobies, eres la mejor entrenadora. Eso sí, no olvido la venganza que me hiciste, pero te prefiero a ti y mil ves a ti -sonrío y lo abrazo.
- Lo siento -susurro- y gracias.
- De querer dar demostraciones de amor, fuera del salón -interrumpe el profesor molesto.
Me lanzo sobre Jake dándole un abrazo más fuerte que lo hace caer y reímos en el suelo. Mostrando que no me importa lo más mínimo; tomo mis cosas para irme. Jake me sigue colocando sus manos en mi hombro guiándome a la salida. Cerré de golpe la puerta pero me detuve a escuchar y le hago un gesto a Jake para que se detenga.
- ¡Esto es inaceptable! -grita el profesor de historia, escucho un golpe y me imagino que golpeó el escritorio- ¿Creen poder pasar sobre mí?
- No -grita los idiotas del salón al unísono.
- Exacto no pueden, ahora mismo llamare a la oficina y que sea el director quien los descubra. ¡Estos jóvenes de hoy en día, no tienen vergüenza! ¡Uno llegaba virgen al matrimonio!
Comienzo a reírme por lo bajo para que no me escuchen burlarme. Camino a los baños seguida por Jake tarareando una canción. Al llegar entro al de chicas y miro si hay estudiantes pero nada, luego hago lo mismo en el de los chicos.
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Fingiendo ser gay©
Fiksi RemajaBien, soy una chica para nada normal de 17 años. La razón es simples amo los deportes. ¿El problema? Fácil, los idiota de mi instituto no permiten que chicas jueguen ningún deporte y para mi el deporte es mi vida, así que no me quedo de otra de fin...