No cabía duda que todos escucharon y es magníficamente genial –sarcasmo-. No solo mis padres escucharon, también Marc. Le sonrío forzadamente y siento mis mejillas arder como si quemaran. Ahora ¿debo preocuparme o no? Marc siente algo por mí y no creo que haya sido la mejor manera de enterarse del porque lo... ¿rechace?
Un silencio incomodo se formó, ni siquiera las respiraciones de los demás eran audibles. Muerdo mi labio inferior y pienso la mejor opción, ¿simulo desmayarme o simplemente grito y huyo? ¿finjo lloro o reír como loca? Tal vez si hago que nada ocurrió lo ignorarían...
La verdad es que todas son pésimas... ¿Y si un pedo los distrae? Me daría tiempo y...
No. Concentrada Beatriz –me grita Condatriz.
Uniendo mis manos decido ser yo la que rompiera este ambiente tan incómodo para todos, incluso para papá que aún está atado a esa silla y la boca tapada mirando al suelo.
- Bueno... -digo tocando mi brazo izquierdo con la mano derecha. Marc me sonrió y de alguna manera me tranquilizo, aunque todos me miraban con la esperanza de hacer el ambiente más ameno- Aun no es nada oficial -hago una mueca y Mike -mi padre- comienza a brincar otra vez sobre la silla.
Creo que no fue buena idea decir eso... Mamá me sonríe y desaparece un instante para aparecer con un balde con agua. Mi padre no lo ve venir, pues cuando menos se lo espera mi madre le vierte todo el contenido. La cara de papá en estos momentos valía millones de dólares. Riendo tomo a Marc de la mano y me acerco a la puerta de entrada para estar más alejada de todos.
- La verdad es que vine para hablar sobre algo sin importancia -se adelanta a comunicarme Marc, encoje de hombros y pasa una mano por su castaño cabello- ¿hablamos mañana?
- Claro no hay problema -cuando se gira lo detengo-. Los niños del orfanato me han llamado, quieren que vayamos.
- Sabes que siempre cuentan conmigo -sonríe.
Iba a hablar cuando el timbre de la casa se hace escuchar, frunzo el ceño al igual que Marc y yo me acerco para abrir la puerta. Al hacerlo veo fuego, por instinto comienzo a aplastarlo. Las botas se llenan de algo color café y cuando miro lo que aplastaba era una funda de papel llena de mierda. Si como escucharon, llena de excremento. Aprieto los puños y dejo salir una sonrisa falsa de medio lado. Levanto la mirada y me encuentro con tres idiotas.
El primero no me extraña, era Ian. El segundo mucho menos, era más idiota que Ian y ese era Connor. En tercer lugar la nueva del club de los idibécil, Gaby. Les doy una sonrisa y me muerdo el labio inferior el cual perdía el color por la fuerza contenida solo por contenerme para no gritarles. Entrecierro los ojos y los miro fijamente, los tres dejaron de reírse y espantados se fueron corriendo.
- ¿Les harás algo? -pregunta Marc a mi lado conteniéndose de la risa.
- No.
- Pero tú eres Beatriz macha de pecho lampiño -dice asombrado mientras levanta las manos dramáticamente.
- No -lo miro y sonrío como Joker el de Batman.
- Bueno... emm... Yo ya me iba -se apresura a decir Marc-. De seguro no te vengaras -sin terminar de hablar se va corriendo.
Río. Era claro que me vengaría, estoy molesta pero... de un momento a otro los recuerdos inundan mi cabeza. Una sonrisa de idiota se formó en mi rostro, sentía que todo había sido un sueño. Inconsciente toco mis labios, los cuales dolían un poco por la fuerza que ejercí y dejo salir un suspiro. Me quito las botas y en lo que buscaba algo para limpiar comencé a tararear una canción. No sabía en donde la había escuchado pero era imposible dejar de cantarla, se que I'm Ready de AJR. Su melodía era pegajosa y alegre.
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Fingiendo ser gay©
Teen FictionBien, soy una chica para nada normal de 17 años. La razón es simples amo los deportes. ¿El problema? Fácil, los idiota de mi instituto no permiten que chicas jueguen ningún deporte y para mi el deporte es mi vida, así que no me quedo de otra de fin...