𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒 -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-

0.7

Anteriormente.

—Me tengo que ir, un honor cómo siempre hablar con ustedes.

—Pero-

—¡Adiós!

Ufff, ¿vieron eso? Evitando preguntas con estilo.
Me subí a mi patineta y salí de ahí con suma rapidez.

° × °

Venus.

Llegué al hotel donde nos estábamos hospedando, sintiendo como varias miradas se posaban en mi.

Sí, yo sé que estoy demacrada, ¿pero al menos podrían disimular un poco?

Traía una bolsa con panes en mi mano y una charola con cuatro batidos de diferentes sabores en mi mano izquierda. Plátano con fresa para Beca. Mango para Debbie. Chocolate para June. Otro de frutos del bosque para Adrian.

Abrí la puerta de mi cuarto, encontrándome con toda la banda reunida, arreglándose para tomar un simple vuelo con dirección a Berlín, Alemania. 

—¿Qué mierda te pasó? —Beca dejó de pasar el rimel por sus pestañas para mirarme de arriba abajo.

—Un estúpido papparazzi ciego, eso me pasó. —todas me miraron con duda —Choque con un hombre que me tomaba fotos mientras andaba en patineta.

—Ven aquí, Vee —June palmeó un lugar disponible para sentarme a un lado de ella. Hice caso inmediatamente, dejando la bolsa de panecillos en el tocador y los batidos en el escritorio.

En ese momento me sentí como una pequeña niña que necesitaba ser consolada después de una dolorosa caída en su bicicleta. June era la madre, y yo la pobre niña adolorida.

—Voy por el botiquín de primeros auxilios —Debbie se levantó para poder entrar al baño por dicha caja blanca.

—A ti te persiguen los golpes, caídas y heridas —dijo June mientras yo posaba mi cabeza en su hombro, soltando un sollozo. Me pongo sensible cuando tengo un mal día.

—A parte hoy me topé con los gemelos Kaulitz. —dije en un pequeño susurro, ambas chicas voltearon a verme —¡Y yo ni siquiera tenía maquillaje puesto! ¡Tengo un horrible grano en la cara y más ojeras que vida!

Juny acarició mi cabeza en forma de consuelo, tomando un batido con su nombre escrito.

Iba a decir algo, pero mi teléfono vibró en el bolsillo derecho de mis bermudas, haciendo que frunsa el ceño. Lo tomé, notando que era el mensaje de una persona desconocida.

Desconocido
~𝘗𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘩𝘢𝘺𝘢 𝘥𝘢𝘥𝘰 𝘷𝘦𝘳𝘨ü𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘵𝘶 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘪𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘦𝘭 𝘥𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘩𝘰𝘺, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴 𝘵𝘦 𝘷𝘦𝘪𝘢𝘴 𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰𝘴𝘢.

No tardé mucho en darme cuenta qué era Tom él me había mandado un mensaje. No pude evitar sonreír mínimamente por... ¡tremenda mentira que me había lanzado!

Vee

~¿𝘌𝘴𝘵á𝘴 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴
𝘥𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰, 𝘛𝘰𝘮?

Desconocido

~1000% 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘳𝘰 😉

Vee
~¡𝘛𝘦𝘯𝘪𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘰𝘣𝘭𝘦 𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘦𝘯
𝘮𝘪 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦!