𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒 -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-

38.

Anteriormente.

La de Venus Morales.
No oírian nada hasta que yo pudiera percibirla a ella. A ella y nadie más que a Vee.
Mi dulce Vee.

° × °

Tom.

—El siguiente vuelo a Berlín no sale hasta mañana, joven.

—¡Pero tengo que estar allá hoy! ¡Hoy mismo!

—Por favor, ¿puede calmar-

—¡No! ¡Usted cálmese! —lo señalé con irritación.

—Puedo entender su impaciencia, pero no hay nada que yo pueda hacer. Lo siento mucho.

—Pues váyase a la mierda.

Antes de darme media vuelta, le persona encargada de administrar en el aeropuerto, me tomó del antebrazo y me miró ceñuda. Tal vez con curiosidad.

—¿Qué tan rápido tiene que estar en Berlín? —lo miré por un momento.

—Demasiado rápido. —respondí.

—Bien —el empleado volvió a sentarse en su sitio, mirando la computadora frente a él con atención —, no debería estar haciendo esto, pero de verdad pareces desesperado. Así que espero que no sea una idiotez por la que quiera viajar cuánto antes a Berlín.

—Le aseguro qué no. —recargue mis codos en el mostrador —Es cosa de estar enamorado. Usted puede entenderlo, quiero suponer.

Noté cómo sonreía un poco, lo que me hizo relajar mínimamente.
—Lo hago.

Esperé unos minutos con impaciencia, mirando cómo el sujeto frente a mí tecleaba con atención, sin apartar la vista ni un solo segundo. Hasta que pareció apretar la tecla final, porque sonrió y casi enseguida me entregó el boleto con un gesto de satisfacción y felicidad.

—Y será mejor que corras, porque sale en quince.

—Claro —saqué mi billetera lo más rápido que pude y le pagué, incluso le di de más, porque me hizo tremendo favorzote. —¡Muchas gracias!

—Y no le digas a nadie. No me menciones.

—No sé ni como te llamas —me encogí de hombros con despreocupación. Aunque no pude evitar miras su placa de empleado. Se llamaba John. Será mejor que borre esa información de mi mente.

El empleado rió y recargó su espalda en la silla giratoria en la que estaba, sonriéndome.

—¡Suerte! —gritó cómo despedida.

Que agradable sujeto. Próximamente lo invitaré a nuestra boda, si es qué logro solucionar las cosas entre Vee y yo.

Recen para que eso pasé. ¡Manifiéstenlo!

° × °

Venus.

Estábamos ensayando en el estudio. Era cómo la quinta vez que intentábamos una de las nuevas canciones del álbum junto a Tokio Hotel. Se llamaba Heart of Fire. Y se supone que Bill era el principal vocalista de esta canción, mientras que Debbie le hacía compañía. Yo tocaba la guitarra en esta canción, mientras que Gustav estaba en su misma posición y June también. Pero por alguna razón me estaba costando demasiado.

—¡Mierda! —grité en español. Todas me miraron confusas —Puta madre, no puedo hacerlo. —carraspee y volví a poner mis dedos sobre las cuerdas de mi Stratocaster —Otra vez.

Escuché qué Beca resoplaba y tomaba las baquetas de su batería con más fuerza –ella no tenía muchas ganas de tocar, pero tenía que hacer un esfuerzo por reemplazar a Gustav de mientras–.
Removí el cabello de mi rostro sonrojado por el esfuerzo, solté un poco de aire y me preparé mentalmente para el dolor de mis dedos, porque estos comenzaban a tornarse rojos por la presión qué ejercía.