19.

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Anteriormente.

¿No nos quieres pasar tú secreto, Tom Kaulitz?

¿Pero qué carajos...?

° × °

Tom.

Cuándo entré a la casa mi enojo se desvaneció por completo, y ahora más bien era preocupación lo que sentía. Todo mundo estaba corriendo de aquí para allá con los nervios a flote, pero mi cerebro no conectaba ni se acordaba de absolutamente nada, ¿había algo importante el día de hoy? Me quedé como un idiota en la puerta pensando, en lugar de ir a preguntar, pero si de verdad había algo relevante el día de hoy, quedaría cómo un idiota irresponsable sin saber lo que pasa dentro de su banda y colaboración. Finalmente divisé a Bill, quién estaba admirando su reflejo "perfecto", cómo diría él, en un espejo redondo de tamaño pequeño, se notaba nervioso. Bill volteó a verme, abrió sus ojos nervioso y se acercó de forma rápida y paranóica.

—¡¿Dónde diablos estabas?! —guardó el espejo en el bolsillo trasero de sus jeans vaqueros de mezclilla. Inhaló y exhaló de forma brusca, a simple vista de veía irritado —Dime algo, Tom, ¿me veo lastimado? —lo miré confundido, ni siquiera me dejó responderle, sus palabras fueron más rápidas —Porqué parece ser qué ayer te marque a mitad de tu cita con Vee, llorando y diciéndote que "necesitaba encontrar las gasas" —imito las comillas con sus dedos —. ¡Le tuve qué mentir a Venus por tus estúpidas cosas! ¿Qué escondes? —cuando noté qué Bill se acercaba a mí, yo simplemente retrocedía —¿Y a dónde fuiste hoy? ¡¿Y por qué aún no estás arreglado?!

—No ocurre nada, Bill, sólo fui a dar una vuelta, ya sabes, —detras de mis enormes gafas de sol, estaban mis ojos repletos de nervios, por suerte él no lo sabía —a fumar un cigarro. Y ayer sólo recibí una llamada de... De... ¡Mamá! Sí, es qué-

—Tom...

—Quería qué, yo-

—Tom, quítate esas gafas idiotas, mírame a los ojos y continúa con tu explicación. —fruncí el ceño ante el insulto hacía mis lentes de sol, ¿qué no eran cool? Eso fue lo qué me dijo la chica de la tienda, qué eran las gafas más geniales que tenían, y pues las compré. Porqué soy todo un experto desperdiciando dinero.

Solté un resoplido y de forma rápida me retiré las gafas obscuras, estaba mirando el suelo mientras mordía mi labio inferior.

—¿Qué es lo qué ocurre? —interpeló Bill, cruzándose de brazos. Él sabe qué no puedo mentirle, le prometí que dejaría de hacerlo cuándo le mentí a los trece años diciendo que iría a comprar dulces a la tienda, cuando en realidad fui a pelear con aquellos niños que no lo dejaban en paz. Recuerdo que en cuánto regrese, con la cara golpeada y un dolor infernal, Bill me abrazó llorando, preguntándome que qué carajos me había ocurrido, y él solamente lloró más en cuanto le dije la verdad. Bill me hizo prometer que nunca jamás le mentiría con cosas así. Supongo que está vez cuenta.

—Prometo qué te voy a contar, de verdad, pero antes podrías decirme, ¿¡qué mierda está ocurriendo?!

Bill me miró de arriba a bajo, frunció sus labios y cuando menos me lo espere, ya me había golpeado el hombro.

—¡No me digas qué lo olvidaste!

—¡Agh! ¿¡Olvidar qué?! —grité en plena crisis. Cómo alguien no me diga, de verdad qué voy y salto por la ventana, porqué esto es estresante.

—¡La entrevista, idiota!

Me quedé congelado en mi lugar, asimilando todo. Ahora sí qué las ganas de aventarme por la primer ventana qué vea superaron los límites. Carajo, ¿cómo pude olvidar algo así? Se supone qué es a las tres de la tarde, y con exactitud son la una y media, okay, aún tengo tiempo, es que los demás están yendo muy rápido, yo solo me baño, aunque no estoy seguro de eso, pero cómo no lo haga, Bill me da tremendo golpe qué me deja inconsciente en el hospital. Ya después me cambio, un poco de loción ¡y ya estoy totalmente listo! No entiendo qué hacen los demás que tardan horas cuando yo tardo cómo veinte minutos.

𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒  -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora