15.

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Anteriormente.

Y yo hice justamente lo que prometí hace pocos segundos, no me moví en toda la noche, incluso si la consecuencia fuera un dolor tortuoso de espalda y cuello a la hora de dormir en un pequeño sillón.

Pero lo hacía por ella. Porqué si lo hacía por Venus, yo sabía qué todo iba a terminar valiendo la pena.

° × °

Venus.

Abrí los ojos de forma lenta. Inmediatamente la luz que se colaba desde mi ventana hizo que un fuerte dolor de cabeza me golpeara de forma brutal. Me removí de un lado a otro, entre quejidos y suspiros de frustración por no poder volver a quedarme dormida.

Eran los últimos recuerdos de anoche lo qué no me dejaban en paz.

~¿Todo bien, muñeca?

~Tal vez sea por el ambiente qué hay aquí, vamos, iremos a un lugar más privado.

Maldito idiota de mierda.

¿Por qué no seguí aquel presentimiento en el pecho que me decía "Algo anda mal, por favor, vámonos"?

No entiendo porqué los hombres tienen qué arruinarnos de esa manera. Nos miran el pecho, el trasero, nuestro cuerpo. Él cuál es un completo santuario qué debería ser respetado. ¿Qué hay de nuestra inteligencia? ¿Nuestras metas? ¿Eso no importa? ¿Acaso es más importante saber cómo sería si aquella mujer te hiciera sexo oral? ¿Le cabrá toda mi polla en su boca? ¿Cuántas veces crees que se ahogue? ¡Una mierda!

Ethan sólo era parte del montón. Hombres misóginos que buscan tratar a mujeres cómo si fueran una simple diversión sexual, dignas de ser usadas, para después desecharlas.

Sentí asco de mi misma por unos cuantos segundos, pero... ¿Por qué era yo la que se siente así? Él debería estar sufriendo por sus actos, no yo. Él es quién debería sentirse sucio.

Y cuándo menos me lo esperé, ya me encontraba llorando silenciosamente contra mi almohada. Mis suspiros y sollozos llenaban el silencio que se encontraba dentro de mi cuarto. Me sentía fatal. Fatal quedaba corto.

Dios, ni siquiera me acuerdo cómo llegué a mi habitación.

Un minuto...

~Ey, ey, está bien, está bien, soy yo, estoy contigo. Estás a salvo.

~Yo estaré aquí, no pienso irme a ningún lado. Lo prometo.

Limpié las lágrimas de mis mejillas tan rápido cómo pude, recargando mi espalda en la cabecera de mi cama. Ahí fue cuándo lo ví. Dormía en una posición a simple vista incómoda en mi sillón. Sonreí para mis adentros cuándo escuchaba algún murmullo suyo entre sueños.

De verdad se había quedado conmigo, tal y cómo dijo.

Parece ser qué de alguna forma mi mirada le funcionó cómo alarma, porqué ya se encontraba tallando sus ojos y soltando bostezos.
Yo me quedé inmóvil, observándolo desde mi lugar.
Pronto su mirada cayó en la mía, haciendo que se levantara del todo, tropezándose ligeramente en el proceso, tenía una mirada que reflejaba angustia.
Rascó su nuca nerviosamente, comenzando a caminar de forma lenta hacia dónde yo me encontraba.

Se sentó a mi lado, analizando mi rostro con una mirada compasiva. Sentía que estaba a nada de volver a echarme a llorar, pero no podía permitir que él me viera de esa forma. Tan vulnerable, aunque de igual forma, ¿qué importa? Si fue Tom quién me sacó de aquel perturbable momento, básicamente él ya me había tan frágil. Débil.

𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒  -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora