26.

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Anteriormente.

Y aún así me gustaba, ¿cómo es posible?

° × °

Tom.

El último mensaje que recibo de Vee antes de despegar, es un emoji que rueda los ojos, lo qué tomo cómo un ‘Me encantas y muero por besarte’.

Durante todo el vuelo, Bill se la pasa durmiendo en mi hombro, tal vez babeando mi playera y teniendo sueños mega “extraños”, porqué balbucea constantemente y suspira mucho. En fin, dejemos dormir al urgido de mi hermano. Yo me la pasé viendo películas y escuchando música. Intenté ver muy discretamente qué es lo que hacia Vee frente a mí, pero los asientos de enfrente –donde estaban Georg y Debbie– se interponían en mi visión. Logré ver qué Venus estaba viendo una película de terror mientras que June jugaba videojuegos su lado. Y cómo maldije a June un millón de veces cuando se interpuso entre Vee y yo, pudimos estar nueve horas de vuelo hablando, coqueteando, no se, tal vez dejar qué duerma en mi hombro. Pero maldigo aun más a la endemoniada chica de mechas verdes frente a mí. Deborah Becker. Fue ella quien interrumpió el momento supremo, el momento que tanto he esperado, con lo que he soñado, la única razón por la que aún no me suicido. Casi beso a Venus Morales. ¡Si tan solo ella no hubiera aparecido! Pude sentir un roce y luego las emociones más fuertes que he sentido jamás. Quiero besarla. Pero al parecer nunca es el momento justo. Y por un momento le desee lo peor a Debbie, al grado en el que espero vaya al baño en casa ajena y se quede sin agua, para qué así sufra la humillación más grande de todas.

Bueno, basta de desearle el mal a todos.
Hace poco tiempo que aterrizamos, por lo que me levanto, me estiro y volteó mi vista a Venus, quién veo que también se levanta y me mira de reojo, lo que hace que aparte la mirada de inmediato. Me quedé estático por un momento, viéndola en severos momentos. ¿Cómo lograba verse siempre tan perfecta? Tenía puesto un pants gris, un top negro, una sudadera grande del mismo color que su pantalón, solo tenía brillo labial y unos Adidas originales. Solté un suspiro al verla reírse de seguramente un mal chiste dicho por June. Me quedé estático, observándola.

Bill ya estaba despierto, se me quedó viendo, frunció el ceño y me dijo:
—¿Si te quitas?

Porsupuesto que lo ignoré lo más que pude, apesar de que su mirada era como una estaca en mi frente.
Cuando me decidí en ir con Vee para ayudarla a bajar su pequeña mochila que estaba en los compartimientos de arriba, la endemoniada Debbie se levantó de su asiento, quedando parada a mitad de pasillo, y pues como aún no terminaba de coquetear con Georg, pues no' más se quedó estorbando. Pero tampoco soy un cabrón, así qué me quedé esperando a que terminara su charla para yo poder caminar hacia Vee.

Bill me empujó, pero otra vez lo ignoré, y se limitó a sacar las mochilas de arriba también.

Pronto comencé a notar que Venus caminaba hacia la salida, por lo que entre en una desesperación extrema. Y ahora sí empuje a Debbie, quién me miró mal, pero poco me importó, pues el amor de mi vida se estaba escapando. Y cuándo creí que la alcanzaría, un agarre en mi brazo me hizo detenerme bruscamente, haciendo qué Venus simplemente se fuera, y yo me quedara como un idiota aún dentro del avión.

—Tom, debes dejar qué lo ancianos bajen primero —escuché la voz de mi gemelo, mientras que una pareja de viejitos tomados de la mano caminaban frente a nosotros. Bill sonreía pero yo solo lo miré mal.

Cuando voltee hacia la ventana, mi vista cayó en Venus, quién bajaba las escaleras del avión. Sonreía; amaba esos hoyuelos en sus mejillas, su cabello desordenado por el viento le daban un toque encantador. Era hermosa, y tan perdidamente perfecta. Yo estaba perdido, pero en esa preciosa sonrisa que adornaba su rostro. ¿Cómo alguien podía verse tan bien todo el tiempo? Sin importar lo que hagas, Venus siempre tiene mi atención. Toda. Cada gota.

𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒  -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora