16.

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Anteriormente.

No iba a llevarle la contraria. No ahora. Así que me imité a bajar, ignorar la presencia de todos, sobre todo la mirada furiosa de Bill -quién ya estaba en el proceso de hacer su desayuno-, y tomar mi plato de comida para poder volver a subir. No quería separarme de Venus. Prometí que no la dejaría sola, y mientras yo siga aquí, ya sea aquí en su casa, o aquí en el planeta tierra, ella nunca sentirá la soledad.

Es algo de lo qué personalmente me haré cargo.

° × °

Venus.

Voy a admitir que disfruto mucho de su compañía. Vimos películas durante casi todo el día. Ambos ignorando el hecho de que Debbie casi tumba la puerta porqué ninguno de nosotros se encontraba ensayando. Está paranóica por lo del álbum, piensa que si no lo tenemos listo en tres o cuatros meses, Satanás va a subir desde el inframundo a llevarse su alma. O yo que sé. Pero se qué está loca por tenerlo listo. Y es qué ya va siendo cómo la segunda vez qué Adrian nos avisa qué los entrevistadores buscan tener sesiones con nosotros. Con ambas bandas. Y qué lo más probable es qué nos hagan preguntas sobre la colaboración, yyy nosotros solo tenemos listas cómo tres canciones. Aunque la de nosotros casi está terminada, así que básicamente cuatro. Tenemos cuatro canciones... De diez que necesitamos para crear un álbum.

Yo sé que ya deberíamos haber acabado, porqué, solamente es una canción, y somos dos personas para poder pensar, la letra ya está lista, y los acordes casi terminados. Peeeerooo, sucede qué, la procastinación me persigue a dónde sea qué yo vaya. Somos uno mismo.

En fin, hace poco vino Adrian, tocó la puerta y dijo "Vee, tienen un entrevista el viernes, será mejor que la canción esté lista" y se fue. Yo me caí de la cama por el estrés, me pegue en la nariz, a la hora de levantarme me dí tremendo golpe en la cabeza con un cajón abierto, por el impacto me iba a tropezar, pero me agarre de mi cortina más cercana y cómo está se cayó por mi peso... pues yo igual. Y ahora estoy llorando en el suelo.
La cortina cubría todo mi rostro, y yo sólo soltaba pequeños sollozos porqué soy tremenda llorona. Cuidado que me llevo a sus hijos. Si entendieron, ¿no? Si son mexicanos, lo harán, y si no, busquen en Internet, es lo que está de moda. Todo el mundo lo hace.

Pronto sentí cómo alguien removía la cortina qué seguía encima de mí. Y ahí fue cuándo me acordé que Tom seguía conmigo y qué acababa de ver la escena más patética existente. Lloré más. Ni siquiera estoy segura del porqué siento que me importa de más su opinión. Ideas aquí, por favor.

Sus ojos se fijaban en los míos, y odié aquello porqué ahora mis ojos deben estar rojízimos e hinchados. Eso pareció importarle poco. Se sentó frente a mí y apartó la cortina del todo, dejando libre mi cabello castaño rebelde y desacomodado. Me sentía como una niña pequeña llorando después de haberse caído de su triciclo, qué lo único que necesita es un abrazo, y un helado de chocolate o fresa.

—Vaya golpe —murmuró. Ni qué me lo digas, creo qué me va a salir un cuerno en la cabeza.

—Siempre me estoy cayendo. —sorbí ni nariz —Así que en el cajón de aquí guardo pomadas, curitas, alcohol, algodón, e incluso hilo y agujas.

Me sentía tan estúpida por no dejar mis habilidades de torpeza frente a él. Tom nada más se encargó de sobar mi golpe en la cabeza, y examinar mi nariz. La cuál, según el médico Kaulitz, está perfectamente bien. Yo la siento un poco chueca, pero confíememos en Tom, qué al parecer ya hizo la carrera de cinco años en medicina. Tiene un doctorado. Y un diploma dónde está claro que dice Soy médico, cállate y hazme caso. Con un paracetamol se quita el cáncer de próstata.

𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒  -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora