𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒 -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-

28.

Anteriormente.

—Cómo tú digas —susurró y apoyo su mejilla en mi brazo, mirando la pantalla con atención.

° × °

Tom.

Los siguientes días me la paso declinando propuestas para ir a fiestas en la playa, a restaurante de mariscos, ver fuegos artificiales a las doce de la noche y simplemente más ideas divertidas. ¿Por qué? ¡Se supone que soy tremendo fiestero! ¡Tom Kaulitz nunca se pierde de una buena fiesta! O al menos así era el antigüo yo, el antigüo Tom nunca había faltado a una de esas, y probablemente habría terminado completamente ebrio. El Tom de ahora está mirando atentamente la película de The Notebook con una chica mientras los demás están en una enorme fiesta bebiendo vodka y cócteles, comiendo pescado frito en bandeja de plata con palillos y bailando al ritmo de música Funk.

Pero en realidad me siento sumamente cómodo.

Vee está a mi lado, recargando su cabeza en mi hombro, y por la forma en la que está temblando, me doy cuenta que quiere llorar pero se lo está guardando completamente.

—Con Bill vimos esta película... —comencé. Venus me volteo a ver con sus ojos llorosos y sin siquiera poder decir ni una palabra por sus labios temblorosos —se la pasó llorando todo el final, gritando que quería encontrar a alguien que se quedara con él apesar de perder la memoria, cómo pasa ahí.

Venus se limpia unas pequeñas lágrimas traicioneras, y me sonríe: —Pues lo entiendo perfectamente. Yo también quiero que alguien sienta tanto amor por mí, que no dudara en contarme nuestra historia de amor todos los días, solo para que yo pueda tener algo de nuestro cariño. Apesar de la falta de memoria.

Soltó un suspiro y yo me quedé pensando. Tenía tantas ganas de decirle que yo haría eso por ella. Yo la visitaría todos los días para narrarle nuestra historia, todo con tal de que no olvide lo nuestro. Cómo pasa en la película.
Me quedaría con ella siempre.
Siempre.

Claramente no sé lo dije. Solamente me quedé callado, mirando como la chica a mi lado volvía a acomodarse en la cama, abrazando la almohada y mirando con atención el final de la película.

Después de unos segundos de un silencio para nada incómodo, si no más bien satisfactorio, carraspee la garganta y me erguí en mi lugar.

—¿No tienes hambre?

—Muero de hambre —respondió mientras de sentaba en la cama y recargaba su espalda en el respaldo. —¿Sabes qué fue lo qué fueron a comer los demás?

—Creo que mariscos, moluscos, y todo eso -respondí. Me levanté, tomé la tarjeta de la habitación y también mi celular, junto con mi cartera, todo lo metí en los bolsillos de mi pantalón. Cuando voltee a ver a Vee tenía la nariz arrugada y los labios fruncidos.

—¡Agh! Odio cualquier cosa que venga del mar. Pescado, moluscos mariscos, etcétera. —sacudió la cabeza y yo solo me reía por su cara de asco. Era demasiado linda incluso a nada de vomitar por tan solo la pronunciación de la palabra "mariscos".

—¿En serio? —Venus asintió, y en ella ví una pequeña sonrisa. Tomó el control y se decidió a cambiar el canal de televisión —Pues entonces nada del mar para tí. ¿Quieres pizza?

—Sabes que Adrian no me deja, y yo no quiero-

—Me vale un carajo lo que opine Adrian. Venus eres hermosa, sin importar el cuerpo que tengas, eso no va a cambiar —ella apartó la mirada y yo me volví a sentar, tomé su mano y entrelacé nuestros dedos —. ¿Te has visto en un maldito espejo? Eres el sueño de cualquiera, incluído el mío -se sonrojó tan notablemente que no pude evitar sonreír ante eso, era un poco fácil hacerla sentir color. —Venus Morales, eres la chica más preciosa que mis ojos algún día pudieron ver. —fue un poco difícil encontrar su mirada, pero cuando lo hice, distinguí nervios en ella. —¿Me crees?