27.

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Anteriormente.

Vete al diablo, Georg.

° × °

Venus.

Llamen al 911, por favor. ¡Me estoy ahogando! Ya es la tercera ola que me arrastra y ya ni siquiera sé dónde estoy. ¿Sigo en Miami o terminé en una realidad alterna totalmente desconocida?

No tengo ni idea.

De lo último que me acuerdo es que estaba jugando con Beca, ella me aventó agua, yo le avente a ella, el sol se fue por un micro segundo y todo se oscureció. Tengo los oídos repletos de agua y creo que me tragué medio océano, incluído las algas y los peces. Probablemente también a Nemo; ay, ahora voy a llorar.

Ah, y lo más importante. No sé nadar –se flotar bajo el agua, pero si mis pies no tocan nada, no puedo hacerlo–. Así qué sí, Sex With Girls se quedó sin guitarrista.

Después de estar pataleando por varios segundos, escuché el sonido de un motor cerca de mí. Subí la cabeza por un tiempo muy corto y logré ver una moto acuática dirigirse a mí. Recé para que sea alguien en mi rescaté y no un secuestrador teniendo la oportunidad de su vida.

Trague más océano, y lo peor de todo, ¡respiré bajo al agua! Por lo que ahora me ardía la nariz, sentía mi garganta en llamas y el estómago me dolía como los mil demonios. Hasta que pude percibir a alguien tomarme del brazo y  sentí cómo Dios me miró a los ojos –ni siquiera soy muy creyente, la verdad–. Alguien me sacó del agua, con más neuronas ahogadas de las que me gustaría admitir. Probablemente quedando más estúpida de lo que ya estaba.

—¿¡No sabes nadar?! —escuché el grito de alguien, pero la verdad es que no me sentía en estado de contestar. Mis ojos se cerraban y el oxígeno simplemente se disipaba —¿¡Venus?! ¡Carajo, contesta! —quien sea me colocó sobre sus piernas y literalmente me acurrucó entre sus brazos, tipo bebé apunto de dormir —¿Por qué te pasa de todo a ti? Mierda, mierda, mierda. —murmullos desesperados.

° × °

Tom.

¿Qué hago, qué hago?
Estoy entrando en pánico.
Hace poco Beca había lanzado el grito de su vida cuando vió como a Vee la arrastraba una ola muy lejos de nosotros. La marea está sumamente peligrosa por aquí, por lo que de hecho –los más precavidos, tranquilos y con miedo a ser ahogados –nos quedamos muy alejados del mar, armando castillos de arena y teniendo un debate por ver quién sería enterrado hasta el cuello debajo de la arena. Pero, por supuesto que los seres más hiperactivos y vale-madres-todo, tenían que ir hasta el mar a ponerse a jugar, como si las olas no alcanzaran los dos metros de alto.  Y pues me ves aquí, salvándole la vida a la única chica quien de verdad me importa que no muera ahogada.

Llegamos a la orilla más rápido de lo que esperaba, pero así mejor, ni siquiera me molesto en estacionar correctamente la moto acuática. Bajo con Venus en brazos y de inmediato todos se acercan a pasos a veloces. La dejo delicadamente sobre la arena. Su rostro húmedo y sonrojado, sus pestañas tenían leves fragmentos de agua salada, y sus labios entre abiertos.

—¿¡Esta respirando?! —el primero en llegar es Bill, quién lanza sus gafas de sol a alguna parte de por ahí y se arrodilla para poder ver a Vee con más claridad.

—N-No lo sé —me siento cómo un idiota, porqué estoy sumamente perdido y mis manos están por encima de Venus, actuando paranóicamente, porque cómo ya había dicho, no se qué hacer.

—Oh, carajo —ahora Bill murmura, acomoda su mejilla en el panza de Vee, verificando que esta efectivamente este en movimiento, cómo señal de que el oxígeno sí llega a sus pulmones.

𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒  -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora