𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒 -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-

30.

Anteriormente.

Lo último que ví antes de desaparecer por el pasillo, fueron sus hermosos ojos iluminados.

° × °

Venus.

Me quedé pensando mucho en lo que acababa de suceder. Mi mente maquinaba apesar de ser las tres de la mañana; no tenía sueño y solamente me imaginaba a mi una y otra vez con Tom, en nuestros labios unidos y en los suspiros compartidos.

Beca quién sabe dónde está, simplemente se fue y la neta no sé a dónde. Y la verdad tampoco me importa, no es que sea mala amiga, es que estoy muy ocupada pensando en cómo preguntárselo a Tom, porqué yo daré ese paso. No necesito que él lo haga primero, porque... ¿Y si a Tom nunca se le cruzó por la cabeza? ¿Y si su meta era solo besarme y después olvidarme por completo? Al menos tengo que preguntar si quiere continuar en lo que sea que tengamos, o dejarlo en el pasado. Esperemos sea la primera opción.

Me terminé quedando dormida por estar pensando de más. Aunque no lo suficiente cómo para no escuchar los pasos silenciosos de Beca llegando otra vez al cuarto.

¿Y a esta que le pasa?
Lo descubriremos en la mañana, porque ahora tengo sueño.

° × °

Este día me puse el divino traje de baño color esmeralda y encima unas bermudas deportivas junto con una playera de una banda que en lo personal me gusta mucho.
No me arregle demasiado porqué hoy era el día de grabaciones en la playa y pues me van a maquillar llegando, así qué ni al caso hacerme algo en la cara. Antes de retirarme, tomé la tarjeta de entrada a mi cuarto y mi teléfono, ambas cosas en el buró cerca de mi cama, justo a lado del brownie que June dejo para mí. Lo miré fijamente, pensando muchas cosas, pero al final negué con la cabeza, solté un resoplido y me fui de la habitación, dejando al brownie solo en mi alcoba. No lo voy a necesitar ahora.

Salí del hotel y la brisa fresca de la mañana me pegó en el rostro. Una sensación sumamente satisfactoria sabiendo que estuve en reposo por días.
Vi a todos esperando afuera de dos camionetas gigantes de color obscuro. En cuánto Bill alzó la mirada, chocó con mis ojos. Me percaté de qué estaba probablemente avergonzado, pues casi de inmediato apartó la vista a sus uñas bien pintadas. Tom estaba a su lado, mirando sus tenis como la mejor cosa que se pudo haber encontrado.

—¡Venus, al fin!—exclamó Adrian al verme llegar. —¡Todos a la camioneta!

Bill se subió sin rechistar, ni si quiera me miró. Ladee un poco la cabeza en completa confusión; supongo que está así por lo de anoche, pero yo lo ví como algo divertido, en realidad. No estoy molesta, no podría estarlo. Ahora tengo una charla pendiente con él, aunque será después porque Bill se sentó a lado de Beca en la camioneta; ella se irguió rápidamente al nota su presencia y le sonrió. Los dejaré platicar en paz.

Me subí al segundo vehículo, donde ya se encontraban Georg, Debbie, June y Gustav.
Decidí sentarme hasta el fondo para poder escuchar música sin que me interrumpieran.

Antes de que el auto pudiera moverse, se escucharon unos golpes en la puerta y el abrir de esta. No le di mucha importancia, me concentraba mucho en la canción sonando, o al menos así era hasta que ví a Gustav salir del transporte con cara de fastidio y a alguien más entrar.
Era él.

Una sonrisa se formó en mis labios, y de pronto, cómo si nada, todos dejaron de existir. Solamente era Tom entrando para comenzar a caminar a dónde yo estaba. Mi corazón latió como un loco desquiciado en el momento en el que se sentó a mi lado con esa expresión que me hacía derretir cada vez más.

—Hola.

—Hey.

° × °

Bill.