𝐒𝐄𝐗 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒 -ᴛᴏᴍ ᴋᴀᴜʟɪᴛᴢ-

11.

Anteriormente.

Justo en nuestro momento más sensible, Debbie entra a mi cuarto, nos lanza una mirada confusa y nos avisa que la cena esta servida, luego se va con la misma mirada extraña sobre nosotros.

Qué nos deje llorar en paz, pues.

° × °

Tom.

Gracias a mis insistencias por acercarme a Venus estos últimos días y qué ella me rechazara constantemente, logré formar los versos perfectos para el inicio de la canción, cómo inspiración tomé mi ego absolutamente caído ante la derrota. Pero quiero aclarar que en realidad aún no me rindo por tener su completa atención. 

Todos estaban abajo en la piscina, yo, por el contrario, estaba tan enfocado en escribir mis pensamientos como canción, que decidí mantenerme encerrado en mi habitación. 

¿Soy yo o eso rimó?

Cómo sea.
Decidí bajar cuándo vacié cada palabra de mi cerebro en la hoja de papel que poseía entre mis manos.

Noté a Beca en la cocina haciendo mezclas extrañas con cada bebida alcohólica que encontraba cerca de ella. Tenía puesto un traje de baño sencillo que parecía estar tejido y este era de un color rojo ladrillo, había un pequeño cuarzo blanco incustrada en el centro de su bikini. Me dedicó un saludo de mano, a lo qué respondí sonriendo.

En cuánto salí por la puerta directo al jardín, pude notar que Debbie, quién tenía un bikini marrón básico, estaba entablando conversación con Georg, quién le dedicaba miradas interesadas, sonrisas coquetas, y soltaba una qué otra risa a lo qué ella decía.
June, –traía un traje de baño rosado con flores amarillas, en la parte de abajo tenía dos lazos bien sujetos en cada lado de su cadera– estaba jugando con Gustav a ver quién podía meter más uvas en su boca.

Vee, por otro lado... está... ¿Dónde está?

La busqué con la mirada, pero no fue hasta que la vi salir a la superficie que supe que se encontraba nadando por debajo del agua, y...

Santa mierda.

Otra vez esa maldita cámara lenta.

Venus subía las escaleras de la piscina para poder salir de esta, su cuerpo mojado con gotas escurriendo por toda su morena piel, ambas de sus manos viajaban por su cabellera castaña en un sutil intento de acomodarlo, caminaba con aquella sonrisa que tanto me fascinaba. Los tatuajes le lucían en aquel traje de baño perfecto. Uno que era absolutamente negro, la parte de arriba era pequeña y liviana, los lazos terminaban en la parte de atrás de su nuca, mientras que otros empezaban, recorriendo su cintura y terminando en un perfecto moño atado en su espalda baja. Mientras que la parte de abajo simplemente era aquel calzón, el cuál los bordes le llegaban hasta la cadera.

Tengo un problema, y uno muy grande. Si es que me entienden, *guiño* *guiño*

Bueno, no, hablo en serio, ¿alguien tiene una almohada?

Notaba como se acercaba a mi, y aquellos ojos luminosos me miraban con esa sonrisa que era cómo la droga. Tan puta madre adictiva.

—...Tom?

¿Eh?

—¿Tom?

¿Qué está...?

—¡Tom!

—¿Qué? —reaccioné ante los llamados de Vee. Parpadee rápidamente para poder permitir a mi cerebro aterrizar nuevamente en la realidad y dejar de lado Venuslandia. Un paraíso.

—Pregunté, ¿quieres algo de beber, Tom? —repitió con un severo tono burlón. Aunque yo no estaba del todo concentrado cómo para poder responderle —¿En qué tanto piensas, eh?