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Nurgul caminaba victoriosa mientras salía de los aposentos de el sultán a la par de Mahidevran, Mustafa debía quedarse por más tiempo para seguir discutiendo con su padre el asunto de Manisa.
Hurrem salio amargamente, mientras sabía que todo esto era por culpa de alguien.
Nurgul.
Mahidevran.
Ellas habían arruinado todo , su plan era Perfecto, y se vio interrumpido de la noche a la mañana.
— ¡Nurgul, Mahidevran!— musitó la dama pelirroja, ambas castañas la miraron mientras se daban la vuelta.
Nurgul dio una sonrisa de labios cerrados, mientras Mahidevran se mantenía seria en su lugar, esperando algún movimiento de la haseki.
Esta se acercó a pasos firmes hacia ambas , mientras observaba incrédula a Nurgul quien seguía con su sonrisa de labios cerrados.
— Ustedes provocaron todo esto, ¡esto es su culpa!— gritó, — No es mi culpa que tus príncipes sean irresponsables— aquello fue un golpe duro en el orgullo de la haseki, quien casi le da una fuerte bofetada si Mahidevran no la hubiese detenido con su mano izquierda, la apretó con fuerza. Causándole dolor a Hürrem, quien retrocedió un poco.
— ¡Me las pagarás!— hablo fugaz y se dio la vuelta mientras se marchaba con sus criadas detrás de ella.
— Vámonos Nurgul, debemos empacar, no queremos molestar a nuestro regente — la recién nombrada asintió y siguieron con su camino.
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Ya era hora de irse, estaba ansiosa, quería conocer Manisa.
Sonreí nerviosa y observé a mis criadas con mis hijos en manos. Sonreí a él ver a Reyhan.
Tome a Reyhan y escuché una voz detrás de mi.
— ¡Nurgul!— gritó, la reconocí de inmediato como la sultana Mihirmah.
— Sultana — dije mientras inclinaba mi cabeza, ella pensó antes de hablar, — Que te vaya bien en Manisa, mujer — hablo lo más sube posible.
Sentí un escalofrío recorrerme de pies a cabeza.
¿Por qué ella sería amable conmigo?
— Gracias sultana — susurre y ella me sonrió cálidamente.
Se sintió muy bien verla sonreír, sin embargo. Seguía siendo demasiado sospechoso.
— Nurgul, ¿por qué tardas tan..— la sultana mahidevran y Mihrimah chocaron miradas, — Sultana Mihrimah— susurro, — Sultana Mahidevran — le hizo par.
— Que ambas tengan , un muy buen viaje . Lamento todo lo que ha pasado— susurro y se dio la vuelta mientras se marchaba.
Aquello dejó aturdida a Nurgul, Mahidevran quedó boquiabierta intentando analizar la situación.
— Bueno..Mustafa irá en otro carruaje, es mejor que nos demos prisa — musitó nurgul y Mahidevran asintió.
