Los días habían pasado, mientras Hurrem vigilaba cada paso de Mahidevran. Quien se enteró de las devastadoras noticias.
El sultán no había aceptado su autorización de ir a Manisa; algo que no podría impedir.
Por lo que ahora solo quedaba tomar venganza por su propia cuenta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un silencio sepulcral inundaba los aposentos de la haseki, quien leía pacíficamente un libro.
Las puertas fueron abiertas. Mientras un hombre al que se podría detectar como Sümbulag ingresaba con un rostro lleno de felicidad.
— Sultana — se reverenció, la sultana de cabellos rojizos no lo miró, — El sultán ha pedido verla en los establos. Quiere dar un paseo a caballo—
Hurrem sonrió en grande, mientras levantaba su cabeza para observarlo.
— ¿Estas seguro que lo ha pedido el sultán?— el asintió, — También irá la sultana Mihrimah. Él desea que sea un paseo familiar, le digo debido a que las criadas estaban muy apuradas buscando un vestido para la sultana que está haya pedido— ella asintió, mientras se levantaba.
— Trae mi mejor vestido, afuera hay sol pero hace algo de frío cuando nos acercamos a la sombra—
— Como ordene, sultana — respondió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mihrimah terminaba de colocar sobre su cuello su radiante y costoso collar, daría un paseo corto con Yusüf pasha en caballo, eso le alegraba.
No tenía ningún otro asunto pendiente, por ende, sería divertido.
Salió de los aposentos, mientras caminaba a la afueras de el palacio.
— ¡Sultana!— se acercó Sümbulag, esta lo miró confundida. Y lo observó de mala gana al percatar que no hizo una reverencia. Pero lo dejaría pasar, era un hombre leal a su madre.
— Dime Sümbul — habló distraída mientras observaba el jardín, — La sultana Hurrem..— hizo una breve pausa.
Los ojos azules de Mihirmah se posaron sobre los color marrón oscuro de Sümbul, quien estaba algo tembloroso.
— ¿Que, qué pasa?— preguntó, — esta desparecida, no la encontramos — aquello fue un balde de agua fría para la sultana de el sol y la luna.
— ¿Como que no la encuentran?, ¡cual es esta seguridad en el palacio!— gritó, — Lo lamentó, sultana. Pero fue a los establos. Y ya no regreso; pensó que el sultán Suleyman y usted irían — ella negó rotundamente, — ¡Búscala Sümbul, no habrá roca que no levanten!— exigio, el eunuco asintió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miré a todos lados extrañada. Este no era el lugar planeado, esto. ¡Esto era una trampa!.
— Bienvenida, Hurrem — murmuró alguien y miré en dirección a donde escuché la voz.
— ¿Mahidevran?— pregunté, ella sonrió mientras se acercaba a pasos lentos.
— Tu fuiste la que provocó todo este dolor— murmuró, negue, — yo no tuve nada que ver con el aborto de Nurgul— vi su sonrisa, — Pero fuiste tú quien mandó a la concubina. Su nombre, "Esmehan'', no está mal. Pero pudo mejorar, si Mustafa toca a otra mujer, siempre regresa a Nurgül— sonrei, — Esmehan entrará en el corazón de Mustafa — nego, — No, ella te hará compañía — la miré mientras Esmehan, una dama de cabellos castaños y ojos marrones caía a el suelo, sus manos y piernas estaban atadas. Mientras su vestido se veía sucio.
Hice un gesto al verla.
Podía observarla llorar, pero ella ni siquiera podía gritar, tenía un trapo en la boca.
Me aproxime a ver su salud.
Quite el trapo, mientras escuchaba sus sollozos.
— Lo viste, toda criada corre el destino de su sultana—
Alguien detrás mío tapó mi boca mientras que con algo húmedo me hizo cerrar los ojos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Acabamos la primera temporada con una Hürrem secuestrada.
Tremendo.
En fin, ahora haré q estufo secuestrada por años, exactamente 6.
