20.Catolica

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Nurgul cuidaba de su príncipe, estaba algo aburrida y no había nada reciente

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Nurgul cuidaba de su príncipe, estaba algo aburrida y no había nada reciente.

— Nurgul— llamó Mustafa, mientras esta lo observaba.

Se levantó de el diván y le dio a Ahmed a sus brazos.

Sacudió un poco su vestido, mientras lo miró y alzó los brazos. En indicación a qué se lo devolviera.

Este acepto, aún aturdido por lo que hacía su única consorte.

— ¿Que pasa?— preguntó, — Necesito llevarte a un lado, Solo tú y yo— murmuro, esta asintió. Confundida.

— ¡Vanessa!— gritó, la criada apareció, — cuida a Ahmed y a mis hijos. Tengo que salir — la mujer asintió.

Mustafa tomó de su mano, mientras salían de los aposentos.

Mustafa mantenía una mirada nerviosa. Por lo que Nurgul estaba aún más confundida, pero optó por no mover sus gruesos labios para hablar.

Llegaron hasta casi un pasillo que no conocía de Manisa, por lo que Mustafa sacó una Banda.

— Te ayudaré a ponértela — esta asintio, — ¿Que está pasando, Mustafa?— preguntó, — Solo espera — murmuró,.

Apenas tenía la Banda puesta, tomó su mano y la guio.

Llegaron hasta un cuarto desconocido.

El hombre se detuvo, por lo que el cuerpo de la joven se tensó.

Retiro la Banda, mientras Nurgul observaba algo parecido a estatuas cubiertas con mantas blancas.

Y con cuidado, quito la manta de la estatua más grande.

Era la virgen, quien sostenía a un bebé.

Nurgul tardo en procesar el momento.

— Musta..Mustafa, esto, esto es hermoso— murmuró , mientras sus ojos verdes seguían observando la estatua que era de oro puro.

¿Cómo lo había conseguido?, era un misterio.
Pero algo que sabía, era que este fue uno de los
Mejores regalos. Y más, su cumpleaños se acercaba.
Solo faltaban dos dias, dos dias para que cumpliese los veintidós.

— Este es uno de mis tantos regalos, eres sagrada para mi, Nurgul. No deseo a ninguna otra mujer en esta tierra que no seas tú, tu belleza, inteligencia y carisma te hacen única. Tu don de escuchar a los demás y opinar sin ofenderlos me hipnotiza. Ahora que tenemos cuatro hijos. Eres mi consorte principal y la única. No quiero a otra mujer en mi vida que no seas tú, no necesito otra que no seas tu, no buscaré a otra que no seas tú, no me rendiré ante otra que no seas tú— murmuró.

𝐌𝐘 𝐇𝐔𝐒𝐁𝐀𝐍𝐃•ᵐᵘˢᵗᵃᶠᵃ ᵃⁿᵈ ⁿᵘʳᵍᵘˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora