Te perdí y mi alma entera se marchitó, sin saber cómo seguir amando como debía. Intenté ser el trovador de palabras brillantes, que brotaban destellos de luz en mi poesía.
Dejaste una grieta en mí, sin cura aparente, mis colores se desvanecieron en penumbra. Por milenios me apagué, hasta comprender, que el amor no solo era amarte, también amarme a mí.
Mis ojos llorosos buscaban tu corazón, esperando encontrar la llave para tenerte de nuevo. Pero olvidé que el pasado no regresa, y me enfrenté al desafío de renacer sin remedio.
¿Cuándo volveré a ser yo en plenitud? Cada cicatriz es un recordatorio de días cortos. Pero mi alma, tan inmensa, se niega a apagarse, luchando por ver su color y brillar en todos los puertos.
¿Quién soy yo para predecir sufrimientos futuros? A medida que crezco y me elevo con rapidez, quemo las travesías que no hicieron de mi vida, un hermoso recuerdo lleno de luz y solidez.
Así que renazco, como el ave fénix en vuelo, despertando a un nuevo amanecer en mi existencia. Con cada paso, descubro mi verdadero ser, y abrazo la esperanza con renovada conciencia.
En mi resurgir, encuentro la fortaleza, para amarme, sanar y buscar nuevos senderos. El pasado es solo un capítulo que cerré, mi futuro brilla con colores verdaderos.
~A.T
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El Encanto de las Mariposas
Romance'100 Poemas para aquellas mariposas que dejaron su color en los ojos desolados de aquel que siempre creyó'