Cuando el alma carezca de sonrisas, recordad los sueños que destierran la tristeza. En cada día, el aroma se despliega, fragancias de felicidad que nos enseñan a vivir con destreza.
No permitáis que el dolor ciegue vuestro camino, creyendo en ilusiones falsas y efímeras. Dejad que el mal se desvanezca, y aferraos a los sueños verdaderos, firmes y sinceros.
Cada estrella en el cielo es un anhelo, por los caminos que aún están por recorrer. Todo es posible si creéis en ello, sonriendo cada día, sin temor a padecer.
Levantaos con determinación en cada amanecer, y nunca olvidéis pensar en un existir maravilloso. Los sueños se cumplirán, podéis creer, si mantenéis la esperanza y el optimismo valioso.
Así que, cuando falten sonrisas en el alma, recordad que los sueños pueden disipar la tristeza. Dejad que el aroma de la felicidad os calme, y vivid cada día con plenitud y nobleza.
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El Encanto de las Mariposas
Romansa'100 Poemas para aquellas mariposas que dejaron su color en los ojos desolados de aquel que siempre creyó'