Melandriel, tus ojos, encarnan la historia de mi curiosidad, cada destello, un enigma que despierta mi afán, tus manos, testigos de lágrimas secadas con tesón, reflejan tu esfuerzo, tu esencia, tu pasión.
En ellos se encuentra el secreto de tu ser, una mirada que revela lo que eres en verdad, los seres humanos, imperfectos, es cierto, pero al intentar tocar tu corazón, dejamos huella.
Labios suaves y sinceros, jardines de deleite, en ellos se esconde la riqueza de un Edén, fortuna tienen aquellos que se pierden en su abrazo, y se sumergen en la magia que en ellos se contiene.
Tus mejillas, ruborizadas como el verano, acariciadas con cariño por mis manos anhelantes, en ellas encuentro la plenitud de tu existencia, y prometo nunca permitir que marchiten, radiantes.
Anhelo contemplar tus sentimientos con ternura, tratarlos con delicadeza, con firmeza y pasión, mis manos tiemblan al sentir tu presencia cercana, mis ojos brillan, el sonrojo delata mi emoción.
Melandriel hoy te encuentro de nuevo frente a mi ser, no deseo soltar la curiosidad de tus ojos, anhelo besar la luz de tus labios, su dulzura, y sentir nuestras mejillas sonrojadas, en abrazo eterno.
En cada encuentro, en cada instante contigo, mi corazón se rinde ante tu hermosura sin medida, y en la danza de nuestras almas, fundidas, encontramos la magia que en el amor se esconde.
~S.D.G.C
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El Encanto de las Mariposas
Romance'100 Poemas para aquellas mariposas que dejaron su color en los ojos desolados de aquel que siempre creyó'
