Te observaba pasar en tardes soleadas, mis manos escribiendo el próximo día. Te miraba, radiante y perspicaz, la doncella más hermosa, tan cerca y tan lejana.
Era un tonto incapaz de expresar, lo mucho que me encantabas en verdad. Temor al rechazo me paralizaba, y mis sentimientos quedaron sepultados en soledad.
Leales son aquellos que leen estas líneas, escritas por un corazón desolado. Elevando tu belleza en versos finos, que buscan unirnos en un amor apasionado.
No necesito dialectos ni palabras pomposas, para expresar lo que siento por ti. En lo más profundo de mi ser se halla, un amor auténtico y único que nunca desvanecí.
Bajo el manto del silencio me refugio, anhelando el día en que pueda hablarte. Pero hasta entonces, seguiré admirando, tu hermosura que nunca dejaré de amarte.
Que estas palabras lleguen a tus oídos, como un susurro que acaricia tu ser. Y si algún día, cruzamos nuestros caminos, descubrirás el amor que siempre quise ofrecer.
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El Encanto de las Mariposas
Romance'100 Poemas para aquellas mariposas que dejaron su color en los ojos desolados de aquel que siempre creyó'