En cada atardecer, despierto y te contemplo, recostada en la almohada, sonriendo sin tembló. He visto tus lágrimas, por amores vividos, anhelando un futuro sin desencantos escondidos.
Anhelo vivir contigo una eterna vida sin fin, donde el tiempo se detenga y no haya fin. Disfrutar cada segundo, sin límites ni barreras, servirte el café de las mañanas, ser tus musas sinceras.
Que duermas milésimas y al abrir tus ojos, sientas la cálida mañana, sin despojos. No será un sueño, sino la realidad de nuestro lazo, un mundo seguro, donde juntos desvanecemos el cansancio.
Si me dieran mil años, solo contigo los viviría, amada mía, a tu lado la vida se llena de armonía. Eres el hacedor de dulces y hermosos momentos, el aroma diario, el suspiro de los vientos.
En nuestro amor eterno, enlazados sin medida, cada día es un sueño hecho realidad, una vida. En tus ojos encuentro la luz que ilumina mi camino, en tus brazos encuentro refugio, el más divino.
Así, en este tiempo de ensueño, nuestro amor florece, un vínculo eterno que el universo agradece. Juntos enfrentaremos los desafíos y las pruebas, nuestro amor perdurará, más allá de las tristes quejas.
~País
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El Encanto de las Mariposas
Romance'100 Poemas para aquellas mariposas que dejaron su color en los ojos desolados de aquel que siempre creyó'