No eres mi vicio, sino el cáliz de mi amor, embriagado de pasión en cada latido de corazón. Tu cuerpo arde como el fuego en la noche, y en cada roce, siento la chispa que nos despoje.
No eres mi vicio, sino el café de mis mañanas, cada beso en tus labios despierta mis ganas. Recorro lentamente tu ser con mis labios, haciendo que el tiempo se detenga en tus abrazos.
No eres mi vicio, como el trago que embriaga, eres la luna y las estrellas que mi mente halaga. En noches oscuras, nuestro encuentro se ilumina, y tus caderas me envuelven en una danza divina.
No eres mi vicio, sino tu aroma seductor, que despierta cada fibra de mi ser con ardor. Nuestros cuerpos se entrelazan sin medida, suspirando juntos en esta pasión compartida.
Un amor sin vicio, solo el éxtasis nos une, y tus sonrojos revelan que la pasión aún fluye. Estar a tu lado, tranquilos y serenos, es todo lo que quiero, lo que anhelo y deseo.
En este amor intenso, sin adicción alguna, eres el único vicio que mi alma no rechaza ninguna. Siempre serás el fuego que arde en mi ser, y en este éxtasis de amor, juntos siempre querer.
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El Encanto de las Mariposas
Romance'100 Poemas para aquellas mariposas que dejaron su color en los ojos desolados de aquel que siempre creyó'