Capítulo 6

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Lisa mencionó que estaba mentalizadose para comenzar a unirse y hacer yoga con ___, tal vez es eso lo que ahora mismo hace en la soledad de su habitación, me encantan las poses en las que su cuerpo se encuentra, todo parece estar a mi favor y ella parece completamente lista para que yo pueda entrar.

- Quiero creer que haces más sensuales tus movimientos porque sabes que estoy observandote - Ella rápidamente volteó a verme completamente asustada.
- ¿Qué carajo haces aquí? - Preguntó alterada, se puso de pie y camino hacia mí -  Vete de mi habitación Christopher - Ordenó seria mirándome fijamente a los ojos.
- ¿Por qué siento que tu cuerpo podía sentir la vibra del mío? ¿Por eso te estirabas tan seductoramente? - Pregunté coqueto.
- ¿Qué te hace pensar que todo gira a tu alrededor? Lisa dijo que no estarías aquí, de lo contrario jamás me habría quedado a practicar - Aseguró.

No mentí cuando le dije que ese carácter que tiene me pone aún más duro, llama tanto mi atención cuando una mujer se sabe defender y me dice que no.

- Vaya, entonces las cosas jugaron a nuestro favor para poder estar solos de nuevo - Mencioné sin dejar de verla y acercándome más a ella, ni siquiera se movió.
- No, te equivocas, no vamos a estar solos nunca más, en este mismo momento voy a irme a otra parte hasta que Lisa regrese -.
- ¿Te asusta quedarte a solas conmigo? ¿Qué piensas que podemos hacer? - Inquirí.
- ¿Por qué te empeñas en hablar siempre de lo sexual? ¿No sabes otra palabra que no sea esa? -.
- Cuando estoy contigo no, es lo único que viene a mi mente, y por lo que a tu lenguaje corporal concierne, parece que piensas igual que yo - Dije seguro.
- ¿Tanto sexo tienes que ya hasta catador de mujeres en busca de tu cuerpo tienes? Por favor Christopher, bájate de esa nube donde crees que las mujeres van por ti - Dijo con el ceño fruncido.

Si supiera que eso me pone más caliente de lo que ya estoy por tenerla así frente a mí.

- No hace falta estar en una nube para saber que despierto deseos oscuros en ti, hasta el más idiota podría darse cuenta de que cuando me ves piensas en lo bien que se siente estar en mi cama - Afirmé.

Ella me miró sin decir nada, parecía como si estuviera analizando mi rostro, buscando alguna frase para decir pero sencillamente no salía de su boca.

- Déjame decirte una cosa - De pronto se pegó más a mí, de manera que pude sentir su respiración chocar con la mía - Así me esté muriendo de ganas por coger contigo, por hacerte el mejor oral de tu vida, de ninguna manera pienso hacerlo, en primer lugar porque no pretendo ser tu juguetito para pasar el rato, en segundo lugar porque vives aquí y no voy a seguir pasandola mal por tu culpa, así que ya sácate esa idea de la cabeza, porque incluso ahora voy a hacer que tu miembro se ponga tan erecto que va a dolerte y tendrás que pasar el resto del día en el baño bajando lo que ardientemente voy a elevar una y otra vez - Terminó de decir.

Parecía que el espacio entre nosotros se hacía más pequeño porque yo la sentía cada vez más cerca.

- ¿Quieres qué juguemos? Pues bien, yo también sé hacerlo, yo también te voy a demostrar que con mis manitas puedo hacerme sentir placer, todo el que yo quiera y sin necesidad de torturarme porque no puedo tener sexo con quién vive bajo el mismo techo que yo, te dije que ibas a quemarte, ahora asume las consecuencias y sigue pensando en mí cuando tu mano se mueva rápido sobre tu miembro mientras luchas por quitarte la calentura y te imaginas aquellas muecas de placer que puedo hacer mientras algo más que no es tu miembro entra en mí - Dijo.

Es que la forma en la que lo decía me estaba jodiendo, hasta su voz es sexy.
Maldita sea, esa puta imagen no se irá de mi cabeza ahora, claro que la imagino con las piernas abiertas mientras sus ojos se cierran y ella disfruta de lo que esas bellas y delicadas manos pueden hacer para sí misma, yo solo soy un estúpido espectador que no puede tocar, que no tiene el privilegio de sentir sus manos sobre mí.

- ¿Ya te lo estás imaginando? - Preguntó con una sonrisa burlona tras mi silencio - No se te olvide que también puedes implementar lo bien que puedo verme de rodillas frente a ti mientas mi lengua te recorre desde la base hasta la punta, mientras siento que la respiración me falta porque he dejado entrar todo lo posible en mi boca, ¿Qué más quieres sentir Chris? - Inquirió soltando un respiro.

Mis ojos la miraron llenos de furia, no puede ser posible que esta mujer haya sido capaz de tanto, habría podido vivir con ese no, o tal vez miento, pero no sé cómo voy a hacerle con todo lo que acaba de decir, estoy enojado, mucho, y el bulto entre mis piernas hace que me sienta aún más jodido.
___ se separó de mí y volvió al suelo, entonces comenzó a estirar pero esta vez con toda la intención de molestar.

- Me encanta que sigas viendo, no te vayas todavía porque puedes ver algo que te va a gustar más - Mencionó con seguridad.

Lleno de coraje azote la puerta y me largue de ahí, no soy consciente aún de lo que acaba de suceder, siento que es una mala jugada que ___ no fue capaz de tirarme, bendita ojiazul cabrona, siento que si la vuelvo a ver voy a tomarla sin que me importe un sí de su parte o no, estoy tan enojado, mucho más porque ahora seré yo quien arregle el problema, quien tenga que bajar lo que con palabras ella hizo subir, hasta ahora era testigo de que necesitaba ver para sentir, pero con esta mujer acabo de experimentar que cuando te quieres dar a alguien no necesitas nada más que palabras para sentir que tu miembro va a explotar de excitación.

|Sacrificio Sexual| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora