Capítulo 53

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___ se había ido ya, su decisión no podía cambiarla ni la obligaría, sé que no es fácil para ella y tengo que apoyarla, porque así como tolero ésto, también sé que voy a ayudarla a alejarse para siempre.
Aunque Mario trató de hacer lo posible por conseguir todos los datos antes de que ella partiera no pudo, necesita seguridad, así que sigue investigando para tener la certeza de la información que nos dará.
Cuando ___ le dijo a Lisa el motivo por el cual se tenía que ir mi hermana enloqueció y casi casi le dijo de lo que sus papás iban a morir, obviamente la tranquilice y le prometí a ___ que en cuanto supiera algo más iría a buscarla lo más pronto posible porque ni ella sabe cuánto tiempo pasará allá.
Lo único que por ahora me queda es esperar y mantenerme en comunicación con ella, ese tipo puede estar cerca y saber que ___ llegará pronto a ese pueblo de locos, del que mi ojiazul logró salir a tiempo y del que espero, ya no tenga que visitar más.

___'s POV.
Mis padres ni siquiera me dejaron entrar a su casa cuando ya me tenían afuera de ese lugar donde el pastor suele recibirte y hacer sus cosas raras de pláticas, se ve tan terrorífico como desde la primera vez que estuve aquí, tengo pesadillas con eso y mi cabeza no deja de pedir que mis piernas se muevan y corran lejos de todo ésto.
El pastor salió a recibirnos después de que mis padres tocaron el timbre, con ese aspecto justo como lo recuerdo, solo que ahora con todos estos años encima, con esa horrible sensación que provoca tan solo verlo.

- Al fin - Dijo en cuanto me vió, había una sonrisa en su boca - Por fin podré convertirte y hacerte ver qué Dios no ha entrado en tu vida y la tanta falta que te hace - Aseguró sin dejar de verme - Adelante ___, es hora de que iniciemos -.
- Por favor mamá, no quiero - Pedí mirándola suplicante.
- Cállate y entra - Dijo dictadora y fría, a ella no le interesa lo que yo piense.
- Deja de hacer berrinche como acostumbras, ya es hora de que entiendas de una vez por todas, el pastor hará ese cambio en ti que tanto necesitas, al menos necesitamos saber que tanta decepción tiene un poco de remedio para salvar tu alma - Mencionó mi papá.

No proteste más, ¿Qué podía decir? Las palabras de mi padre me habían dejado más en claro lo que ya sé, lo que tanto me hace ruido en la cabeza, esa decepción que ahora expresan abiertamente hacia mí, así que tan solo seguí al pastor.

- Vaya que tenemos tanto que hablar florecilla - Lo decía en un tono burlón que la verdad me dio miedo.

Caminamos y caminamos hasta que de pronto nos detuvimos en una habitación que por fuera tenía un aspecto viejo, como si jamás hubieran estado ahí.

- Adelante florecilla - Dijo en cuanto abrió la puerta.

Me adentré y solo la luz de una vela lograba dejarme ver un poco del lugar dónde estoy, ¿Por qué todo aquí debe dar miedo?

- Toma asiento -.

Señaló un banco donde no tuve remedio mas que sentarme.

- Ay pequeña florecita, parece que tú y yo tendremos una muy larga sesión, tanto como te gustan, ¿Cierto? - Mencionó con esa sátira que me dio escalofríos.
- ¿Qué? - Pregunté confundida, ¿Qué carajo con este tipo?

Se aspecto cada vez es más horrible, se ha puesto viejo, gordo y acabado, seguramente por tanta maldad y mierda que mete en el cerebro de las personas, nadie que hace daño termina bien.

- ¿De qué está hablando? - Cuestione.

Observe como comenzaba a caminar a mi alrededor mientras se quitaba su abrigo, su sombrero y dejaba ese bastón que no le sirve para nada.

- Dios castiga de una forma muy severa a quienes obran mal, y tú florecilla, tienes tanto porque dar razón - Decía sin dejar de caminar en círculos.
- ¿Qué quiere decir? -.
- Te dije que tu función en esta vida era sencilla, te bastaba con esperar a que tu familia encontrara ese hombre que te convirtiera en mujer, que se casara contigo y te enseñara la vida que Dios nos ha ordenado seguir -.

Mencionaba con tanta seguridad que me dejaba perdida por la sarta de tonterías que repetía.

- Por el contrario, decidiste irte y empezar a tirar por la borda mis leyes y las de Dios, y eso ___, eso tiene consecuencias, recuérdalo, yo te lo advertí, Dios tiene ojos en todas partes, y a ti te tenía muy vigilada - Afirmó.
- ¿Por qué me dice todo ésto? ¿Tiene que ver por la forma en la que me visto? - Pregunté cansada de sus mil rollos.
- ¿La forma en la que te vistes? - Rió fuerte - Florecilla, mereces más de lo que crees por tu desobediencia, y yo te lo voy a demostrar - Amenazó.
- Ya deje sus rodeos y dígame de que habla - Pedí frustrada, quiero irme ya de aquí.

Se paró delante de mí y me miró fijamente a los ojos sin dejar esa expresión de burla y algo más en su rostro.

- No me hables así pequeña florecita, cada vez se suma más a tu lista negra, y mira que ya es muy larga -.

¿Qué mierda le pasa a este señor?

- Parecía eterno para mí lograr mi objetivo, años y años, pero después de esta lección y de todo lo que voy a decirle a tus padres, ellos serán quienes te sirvan en bandeja de plata al Dios de este lugar, al todo poderoso de Orhan, ya lo verás, de eso que no te quepan dudas, tus papás son los que quieren limpiar su apellido, los que desean con el alma entera que su única hija deje de manchar su nombre, y harán lo que yo les diga con tal de lograrlo - Afirmó.

¿Qué?
Él caminó hacia una esquina de la habitación y entonces encendió una luz que al principio pareció dejarme ciega, así que cerré los ojos, pero poco a poco recobre la visión y entonces mire a mi alrededor.
Sentí ganas de vomitar, quería llorar y correr para nunca más volver aquí, tenía tantas ganas de gritar, de patearle las bolas arrugadas y podridas para que nunca más se acercara a mí, mi límite había llegado, el fin completo en mi mente y en mi vida.

|Sacrificio Sexual| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora