Capítulo 58

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Habían pasado dos días desde que llegamos al hospital, ___ aún no despierta y está bajo constante control por parte de los médicos.
Lisa estaba preocupada, sé que ambas son mejores amigas pero yo no puedo interferir en lo que ___ quiera contarle, por eso le dije que yo tuve que acompañar a mi amigo a buscar las refacciones de su auto a otra ciudad y por eso no volvía, y supongo que tiene claro que ___ está con su familia y por eso no regresa todavía.
Matías me había dejado bañar en su casa y fui a comprar un poco de ropa, no me he movido del hospital y ellos tampoco, cuando puedo me quedo un rato con ___ hasta que tienen que sacarme de ahí.

- ¿Qué pasó con esa gente? - Le pregunté a Mario.
- Están arrestados amigo, dependiendo de lo que pase con ___ es que todo procederá, o les dan condena por herirla, o por - Prefirió callar que terminar su frase, y es mejor así, no quiero pensar que algo peor puede pasar - ___ tiene que testificar y contar como sucedieron las cosas, mi papá ya tiene las pruebas que señalan a Gabriel como culpable, ese hombre recibirá muchos cargos en su contra - Aseguró.
- Ojalá, porque no sabes cómo deseo partirle la cara para que no le queden ganas de volver a acercarse a ___ -.
- Jóvenes - Nos llamó el doctor, así que de inmediato nos acercamos a él.
- ¿Qué pasa doctor? ¿___ está bien? - Preguntó Matías con apuro.
- Ella acaba de recobrar el conocimiento - Dijo al fin.

En ese momento sentí que soltaba todo el aire retenido todos estos días.
Sonreí y acepte el abrazo de Mario, al fin abrió los ojos.

- ¿Y cómo está? - Preguntó César.
- Físicamente tiene mucho que cuidar, las heridas en su piel y huesos llevarán tiempo en sanar así que debe estar tranquila y en reposo - Comentó.

Claro que voy a cuidarla muchísimo.

- Emocionalmente ella está consciente de lo que pasó y está afectada, creo que hablar con uno de ustedes le hará bien, por el momento solo una persona puede pasar, ya está en una habitación común así que no necesitan equipo, pero debe estar tranquila y no intentar moverse o algo parecido, la cabeza le dolerá por algún tiempo y debemos evitar que se agrave, además, las costillas están sanando y van a dolerle si se altera, debemos cuidarla -.
- Muchas gracias doctor - Dije con una sonrisa.
- Hicimos nuestro trabajo, ahora ¿Quién vendrá? -.

Mire a sus hermanos y dejé que ellos decidieran, al final son sus familiares más cercanos y los que tienen más poder para decidir, aunque sin dudarlo yo entraría corriendo ahora mismo.

- Me encantaría ser yo quién la vea primero - Dijo Matías mirándome, a lo que asentí - Pero después de todo no se cómo podría tomarlo ella y no quiero afectarla, así que será mejor que seas tú quien vaya Christopher, ¿Podrías manejarlo? -.

Vaya, puedo ver su arrepentimiento y miedo al tema de su hermana, creo que su pensar tiene mucha lógica y sin duda la decisión tomada fue mejor.

- Claro, lo haré, ya mismo les aviso - Aseguré.
- Sígueme entonces - Dijo el doctor.

Eso hice, seguí al médico hasta que finalmente llegamos a la habitación, luego de tanto tiempo en incertidumbre, finalmente mi ojiazul estaba de vuelta.
Entré con cuidado, al tenerla en mi campo de visión me di cuenta de que miraba hacia la ventana, pero en cuanto escucho la puerta abrirse en seguida dirigió su atención al otro lado de la habitación.
Cerré la puerta detrás de mí y me acerque a ella, no dude un segundo cuando deje un beso en sus labios, mismos que impactaron con los míos y así nos quedamos, no hacía falta nada más.

- El susto que me diste casi me deja loco - Mencioné cerca de sus labios todavía.
- Bueno, creo que no habría mucha diferencia entre el Christopher que se vuelve loco por enamorarme, o el Christopher loco en el que te ibas a convertir si me voy de tu vida, ya sé que te mueres por mí - Mencionó con esa diversión en sus palabras que agradezco al cielo por volver a escuchar.
- Esa es mi muñeca - Afirmé con una sonrisa para plantar un último beso en sus labios - ¿Cómo te sientes? - Pregunté mientras tomaba su mano libre del yeso.
- No lo sé, supongo que a diferencia de los días pasados estoy mejor, aunque realmente no lo sentía, pero ahora solo me duele el cuerpo entero, seguramente me veo horrible con todas estas cosas y marcas encima, no entiendo cómo es que lo primero que pudiste hacer fue besarme -.

Su respiración era lenta y trataba de mantenerla tranquila, seguramente hasta respirar le duele por las costillas.

- Debo admitir que extrañaba tus labios, me gustan tus besos y me debías varios por estos días dormida -.

___ sonrió evitando reír, creo que debo ser más sutil.

- ___, con lo que sea que traigas puesto, como sea que esté tu piel, con o sin marcas tú te ves hermosa, eres una muñeca que todo el mundo quisiera tener consigo, tienes una belleza física enorme, pero también una interna que sobre pasa todo, ninguna de las dos te deja jamás y eso es evidente para cualquiera - Mencioné sincero, no tiene que atormentarse con nada ahora.
- Estoy sensible Chris, y cuando estoy sensible resulta más fácil que me crea y me encanten los halagos -.

Reí y bese su mano.

- Me gusta saber eso, al menos podré decirte cosas lindas y no me mandaras a la mierda -.
- Dramático, pero solo en este tiempo de crisis, no te emociones, después quiero que me vuelvas a hablar sexy y sin tapujos - Aseguró.
- Lo que mi bonita ojiazul diga - Acepté sin objeción alguna.

No estoy aquí sino para complacerla en lo que ella quiera.

- Tenemos que hablar de muchas cosas, tú sabes que debemos abordar los temas difíciles, no ahora porque necesito que mejores, pero tenemos que hacerlo - Mencioné.

Ella asintió mientras su sonrisa se perdía.

- Voy a cuidarte mucho ___, estaré aquí hasta que regreses completamente bien a la vida y me hagas pasar los mejores momentos siendo ese bello sacrificio sexual que tanto me fascina -.

|Sacrificio Sexual| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora