Capítulo 40

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- ¿Eso es un problema para ti? - Inquirió.
- No lo sé, primero responde -.
- Tranquila, no lo pregunto porque este enamorado de ti y este esperando que te sientas igual - Aclaró al fin.

Miento si digo que mi alma no descanso después de oír eso.

- ¿Entonces? - Inquirí.
- Es que en verdad creí que serías tú quien caería - Soltó.

Arquee una ceja y lo mire mal, él me vio de reojo y sonrió.

- No me mal entiendas, no era esa mi intención, solo que, bueno, la mayoría de mujeres que dice no engancharse con quién solo promete sexo, termina enamorándose y haciendo un problema en donde no lo había antes -.
- ¿Por qué crees qué el amor es un problema? - Pregunté curiosa - No estoy enamorada de ti, pero estoy segura de que si lo estuviera, definitivamente tendría razones, psicológicamente el ser humano se enamora de la forma en la que la trata la otra persona, de su manera de ser, de las vivencias juntos, y no solo le pasa a las mujeres, los hombres también pueden caer, y no culpo a quien lo hace, solo creo que a veces se necesita ser más fuerte internamente para no crear falsas expectativas o una vida que no es, es estúpido idealizar a las personas, por eso no estoy enamorada de ti - Terminé por decir.

Christopher se quedó callado y pensativo, cuando creí que no diría nada más su boca se abrió de nuevo.

- Ahora me queda más que claro que tú no vas a caer de ninguna manera - Afirmó - Y no es que quiera que lo hagas, quizá hieres mi ego de hombre, pero tienes razón, no me estas idealizando y de alguna manera te agradezco eso, sé que no estás esperando nada de mí y eso me tranquiliza porque no debo fingir contigo o mentirte para tenerte conmigo creyendo que siento algo por ti -.
- Lo sé, puede escucharse cruel, pero lo acepto, no tengo que decirte que estoy sintiendo algo más allá como tú tampoco debes decírmelo a mí, y honestamente eso es mejor, parece que ya lo estamos entendiendo -.

Le guiñe un ojo y el sonrió.

- Muy bien señorita, cada día confirmo que el destino conspiro a mi favor para poner en mi camino a una muñeca de carne y hueso que es verdaderamente magnífica -.
- Bueno, es algo que debemos agradecer los dos, nunca creí que mi bello sacrificio sexual estaría tan bueno como tú y con pensamientos similares a los míos, punto a favor del universo -.

(...)

- ___, eres aún muy pequeña para estar pensando en hombres, en ser novia de un muchacho que no tiene futuro ni nada bueno que brindarle a una bella flor como tú, que recién está dejando ver esos pétalos que la harán hermosa - Decía el pastor mientras giraba alrededor de mí.

Me mantenía hincada en medio de un círculo hecho de flores, en mis manos había puesto un rosario, ¿Para qué? No entendía, pero sentía tanto miedo, quería salir ya de este lugar.

- Eres una niña muy linda, debes enfocarte en tus estudios y prepararte para ser esa buena mujer que tu futuro esposo necesita, debes servirle como una buena ama de casa pues él será el portador económicamente, así que basta de pensar tonterías porque Dios lo ve todo, él tiene ojos en todas partes que fácilmente se da cuenta de cuando una persona falta a lo que él dice -.
- ¿Podría ilustrarme? ¿Qué es lo que Dios dice? - Pregunté tímida, necesito saber, necesito respuestas, hay tantas dudas en mi mente que nadie puede responder.
- Ay pequeña ___, te hace falta tanto conocimiento - Dijo mirándome risueño, así que de inmediato baje la mirada - Dios dice que una mujer debe mantener la virginidad y pureza hasta que contraiga matrimonio con un hombre que se haga cargo de ella, hasta que el hombre decida que es bueno procrear un hijo, usualmente sucede después de que se casan -.
- ¿Eso es lo qué me espera? - Me atreví a preguntar.
- Por supuesto pequeña flor, ahora eres joven todavía, pero en unos pocos años Dios dice que un hombre, ese que quede cautivado con tu belleza, que quede envuelto de ti, pedirá tu mano a tu familia para que te conviertas en una verdadera mujer, en esa esposa servicial que todas las mujeres de este pueblo son y serán, tu familia sabrá elegir a ese hombre -.

¿Por qué me decía todo ésto? ¿En verdad me voy a casar con el hombre que mi familia diga que me conviene? Ésto no es lo que Dios dice, ¿O sí?

- Yo no quiero ser una esposa, tampoco quiero tener novio ahora, solo dije que un chico me lo había pedido pero me negué - Aseguré.
- Escúchame bien florecita - Comenzó a decir.

El pastor se hincó, me tomó por el mentón y se acercó a mí logrando intimidarme, su cercanía era tal que podía ver cada imperfecto en su rostro, que hombre tan horrible.

- Ni a Dios ni a nadie le importa lo que tú u otras mujeres quieren, saca eso de tu mente, las reglas y la biblia están escritas por una razón, misma que yo me voy a encargar de que se cumpla, así que, graba en esa pequeña cabecita que serás para un hombre todo lo que él quiera, los cuentos de hadas no existen ___, aquí solo existo yo, y por supuesto que Dios, soy su mano derecha y eso lo saben todos en este lugar, deja de hacer preguntas y acata las normas, porque te quiero como una verdadera mujer, ¿Te quedó claro? - Advirtió.

Su mirada estaba fija en mí, ¿Me quiere como una verdadera mujer? Dios, entonces ¿Qué soy ahora? ¿Qué es ser una verdadera mujer?
Asentí con miedo.

- Voy a decirle a tu papá que te dé una lección, me gustaría dártela yo mismo, pero hay normas que no puedo romper - Dijo en tono de burla.
- Pastor, por favor no - Pedí.

Mi papá no va a reaccionar bien a ésto.

- Ay pequeña, hay cosas que no están en tus manos, toda acción tiene una consecuencia - Mencionó.
- Por favor no - Suplique, no quiero más problemas, no cuando implican golpes.

|Sacrificio Sexual| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora