Capítulo 61

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|Una semana después|

- ¿Estás feliz? Por fin podrás volver a casa - Mencionó Christopher mientras me ayudaba a vestir.

Al fin me habían dado el alta, claro que con muchas condiciones, entre ellas que voy a tener que usar silla de ruedas al menos un mes hasta que mis costillas y el resto de mi cuerpo estén completamente bien, lo mismo con el collarín y el yeso en mi brazo, el resto de los golpes tenían que ir desinflamando poco a poco hasta desaparecer.

- No tienes idea de lo feliz que me hace, estoy cansada de estar aquí sin poder ver nada mas que estas paredes blancas - Admití.
- Bueno, pero también podías ver este rostro hermoso solo para ti -.

Reí y asentí.

- Claro, solo por eso soportaba seguir aquí, porque sabía que no iba a tener que compartirte con nadie más sabiendo que no ibas a dejarme sola -.
- Te aprovechas de mis intenciones contigo - Mencionó divertido.

Lo tomé por el cuello de la chaqueta y lo atraje hacia mí con delicadeza.

- Ya te lo dije, no siempre tengo la oportunidad de tenerte solo para mí - Dije.

No esperé más tiempo y uní mis labios con los suyos en un beso que dejó a nuestras lenguas encontrarse y divertirse en un juego donde la necesidad incrementaba, pero las condiciones físicas de mi parte no permiten nada.

- Quiero arrancarte la ropa que acabo de ponerte y cogerte tan duro en este cama - Susurró cerca de mis labios - Pero voy a cuidarte, voy a esperar a que estés completamente bien para que mi cuerpo vuelva a sentir el tuyo desnudo -.

Christopher volvió a besarme y seguimos así hasta que la respiración nos faltaba.

- Quisiera seguir probando tus labios, pero tenemos que planear como le haremos con Lisa - Tuve que interrumpir el momento.

Chris dejó un último beso en mis labios y finalmente se alejó.

- Vamos a aprovechar el tiempo en el que ella tiene que irse a la universidad, le diremos que tus hermanos son quienes van a cuidarte, después puedo fingir interés y ayudarte cuando ella este cerca, pero estoy seguro de que mi hermana querrá estar pegada a ti todo el tiempo, así que no te preocupes muñeca, todo seguirá siendo un secreto entre tú y yo - Aseguró.

Sonreí y le lance un beso, que el muy tonto fingió tomar y se lo llevó al miembro.

- Christopher, yo poniéndome romántica y tú con tus sucias cosas - Puse los ojos en blanco, lo que lo hizo reír.
- Lo siento, todo de mí te extraña - Mencionó divertido - Por cierto, no tendremos que fingir mucho, tus hermanos quieren estar cerca, es cuestión de que acomodemos los horarios para que todos podamos pasar el mayor tiempo posible contigo -.
- Bien, me parece, estoy lista para irme de aquí - Al fin.

(...)

Habíamos quedado en que mis hermanos irían por la noche a conocer a Lisa y a cuidarme un rato, mientras tanto me iría a casa con Chris, su hermana estaba en clases así que no habría problema.
Luego de algunas horas de camino por fin habíamos llegado, al fin en mi hogar.
Christopher me ayudó a acomodar en la silla de ruedas y sin más me llevó al interior, juro que podía respirar libertad y un ambiente completamente distinto al que sentía en ese horrible pueblo al que ya no quiero volver jamás.

- ¿Necesitas algo? Pídeme lo que quieras, estoy a tu disposición completa - Mencionó poniéndose de cunclillas frente a mí.
- ¿Lo que sea te puedo pedir? - Pregunté juguetona.
- Lo que sea - Respondió complaciente - Excepto que rompa las reglas y te haga todo eso que te gusta en la cama, porque no seré nada delicado y te voy a lastimar sin quererlo -.
- Oye, justo era eso lo que iba a pedirte - Dije fingiendo tristeza.
- No muñeca, me rehuso, vamos a tener que esperar un poco, ¿Crees qué es fácil para mí tenerte tan cerca y no poder tocarte? - Su mano comenzo a acariciar la mía - Es como una tortura que no sé cómo estoy resistiendo, mira que tan loquito me tienes que espero por ti pacientemente -.
- ¿Entonces también está en espera que me pidas ser tu novia? - Inquirí.

Christopher comenzo a reír.

- Pues claro, quiero que cuando me digas que sí saltes a mis brazos porque vamos a la cama para tener una noche de sexo loco y desenfrenado para celebrar - Respondió.

Reí.

- Bueno, como eso se escucha tan bien voy a aceptar, pero que conste que es solo porque me gusta la parte del sexo loco y desenfrenado - Advertí divertida.
- Lo sé, eres insaciable muñeca, me va a tocar adaptarme -.
- Claro que lo harás, estoy segura de que no te molesta para nada ser tú quien baje la calentura que provocas -.
- Bueno, solo me haría responsable de mis acciones, así que tienes razón, asumiré las consecuencias - Dijo juguetón.
- Esta vez en la privacidad que merecemos - Me atreví a decir.

Mi sonrisa se desvaneció un poco y bajé la mirada.

- Mi cabeza no logra procesar aún todo lo que pasó - Confesé.

En algún momento teníamos que tocar el tema, quiero saber que pasará, necesito saber lo que ocurrió, y supongo que él también.

- ¿Quieres que lo hablemos ahora? - Preguntó mientras una de sus manos levantaba mi rostro por el mentón.
- Quisiera no recordarlo a decir verdad - Admití mirándolo - Pero sé que aún hay un largo proceso que me espera, así que sí, quiero hablarlo ahora - Acepté.

Chris se puso de pie y me llevó al living, nos acomodamos de tal manera que ambos pudiéramos estar cómodos, una larga charla nos espera.

- ¿Qué fue lo que pasó? - Preguntó finalmente.
- Desde que puse un pie en Orhan y mis padres no me dejaron entrar a su casa para llevarme directamente con el pastor, supe que las cosas saldrían muy mal - Comencé a contar - Chris, desde que ese tipo me recibió comenzó a decir cosas raras, dijo que al fin estaba ahí para que él me convirtiera, más tarde entendí que cada una de sus palabras tenía un doble sentido, rogué por no quedarme a solas con él pero mis padres no me escucharon y lo apoyaron, ahí fue cuando el infierno empezó -.

|Sacrificio Sexual| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora