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―¡Muy bien! Aquí tenemos tres arreglos de "Orquídea dorada", cinco arreglos del "Reino de rosas" y un bouquet o ramo de manos de rosas blancas

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―¡Muy bien! Aquí tenemos tres arreglos de "Orquídea dorada", cinco arreglos del "Reino de rosas" y un bouquet o ramo de manos de rosas blancas. ―Hacía entrega de los diferentes arreglos florales, los cuales eran la especialidad de la florería―. Muchas gracias por su compra, esperamos todo vaya excelente durante el evento.

La persona que había ido a retirar el pedido se marchó luego de saludar formalmente al joven que lo había atendido con tanta amabilidad, un pequeño llamador de ángeles sonando en cuanto la puerta fue cerrada detrás de él, lo cual permitió liberar un suspiro leve por parte del vendedor.

Lee JooYeon tiene 22 años, y hace cuatro años que aquella florería se había vuelto una parte escencial de su sencilla vida. Conocía cada rincón pequeño de esas paredes, cada clase de flor que había llegado por esa puerta y luego se había marchado, cada pequeña cultivación que él había cuidado con tanto amor hasta que llegaba el momento de dejarlo ir. Conocía cada cliente satisfecho y otros no tanto, conocía los proveedores de los mejores abonos fertilizantes, cada puesto donde podía conseguir las mejores herramientas para el correcto cuidado de sus plantas. Él conocía cada mínimo detalle de aquel paraíso del cual formaba parte.

Su mirada viajaba desde las paredes pintadas con un suave verde pastel, atravesando la pequeña sección donde se exhibían macetas de diferentes diseños y colores para aquellos que quisiesen crear y cuidar una vida. El patio trasero a través del gran ventanal, destinado a ser el vivero que podían visitar niños durante las excursiones escolares para aprender sobre la importancia de amar y proteger esa flora autóctona. En una esquina, las pequeñas decoraciones de jardín que le causaban una sonrisa ante tal ternura, desde los pequeños duendecitos de marmol, hasta los siervos de porcelana y pequeñas fuentes de agua hechas con piedras que habían sido compradas a artesanos en un evento cultural.

Su mirada melancólica se detuvo cuando se encontró con ellas; las flores, y una débil sonrisa iluminó su rostro con dulzura. En sus años trabajando ahí, si bien había aprendido muchas cosas interesantes, también había aprendido a amar y respetar cada escencia de vida que se daba en ese lugar. Cada vez que llegaba una nueva planta de otra región, él pasaba sus noches estudiando todo lo necesario para proteger y mantener con vida a su nueva inquilina, porque las entendía.

Porque mejor que nadie entendía lo difícil que era adaptarse y existir en un entorno que no te pertenecía.

―¿Joo? ―Aquella mujer solo pudo guardar silencio cuando notó que su sobrino no se había percatado de su presencia en el lugar. Con pesar lograba entender que era lo que sucedía en la cabeza de ese chico que había perdido su mente entre el aroma de las flores primaverales dentro del local―. Cariño... ―volvió a llamarlo, y la culpa la invadió totalmente cuando su mirada fue correspondida con una sonrisa tristemente forzada.

𝗔𝘀 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗔𝘀 𝗔 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿 - [ᴊᴏᴏʏᴇᴏɴ x ᴊᴜɴʜᴀɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora