𝗔𝘀 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗔𝘀 𝗔 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿 - [ᴊᴏᴏʏᴇᴏɴ x ᴊᴜɴʜᴀɴ]

36

Eran pasadas las 6:00 a.m. cuando la música se cortó y ya no había bullicio de personas en el jardín. Y aunque la fiesta hubiera seguido, no hubiera sido un impedimento para que JooYeon y HyeongJun pudieran pasar la noche juntos.

Al final no regresaron a la fiesta.

Ambos pasaron la noche tendidos en la cama de HyeongJun, quien ahora dormía profundamente mientras JooYeon acariciaba sus cabellos con sutileza. El frío de la madrugada comenzaba a sentirse y por ello permanecían cubiertos con las mantas, con sus cuerpos lo suficientemente unidos para compartir el calor mutuo. JooYeon suspiraba al mirar el tranquilo rostro del chico que tenía en brazos, aferrándose a él como si su vida dependiese de ello. Delicadamente acariciaba sus tibias mejillas mientras sentía su calma respiración golpear su palma. Aún podía notar los labios ajenos levemente hinchados, sacándole una leve sonrisa por el recuerdo del primer beso que habían tenido.

El primero y los siguientes de la noche.

Desde el momento en que sus labios conectaron, ya no pudieron separarse. La noche se volvió únicamente de ellos. Fundiéndose entre los carnosos labios que devoraban con el anhelo de meses presente. Eran imanes encontrándose. Aún si sus labios ya estaban adormecidos o el cansancio era más fuerte que ellos, se negaban a desaprovechar la oportunidad de unirse en ansiosos besos que los llevaban a conocerse un poco más.

Pero ya era demasiado tarde y JooYeon debía regresar a su casa.

Si era sincero, no quería apartarse del Joven HyeongJun. Por primera vez había tenido la valentía de confesar sus sentimientos. Porque, aunque para ninguno de los dos fuera un secreto lo mucho que se gustaban, ahora era una realidad. JooYeon lo había dicho. Había dicho que amaba a HyeongJun. Y tal vez con ello había dado un paso enorme que creyó no sería capaz de dar. Fueron largos meses en lo que se debatió si lo que sentía era correcto, sí estaba cometiendo un error del que tal vez se arrepentiría luego, o quizás un capricho que terminaría lastimando a ambos.

Durante varias noches se debatió si era normal haberse enamorado de un chico de clase alta y aún no entendía cómo fue posible que alguien como HyeongJun se fijase en un simple jardinero como él.

Tal vez porque en los corazones no hay apariencia, solo sentimientos.

Sonrío débilmente cuando notó cómo el Joven Amo se removía en su lugar, abultando sus labios en cuanto notó la ausencia del cuerpo junto al suyo. Puedo notar que, aún con sus ojos cerrados, HyeongJun extendía su mano en su búsqueda, queriendo asegurar que aún seguía ahí. JooYeon tomó con suavidad esa misma mano que lo buscaba con tantas ansias y pudo ver el momento en que una sonrisa volvió a aparecer en el rostro de HyeongJun.

Había encontrado su tesoro.

―Debo irme...

Su susurro fue tan débil como si alguien más pudiese escucharlos en esa enorme habitación que pertenecía solo a ellos. HyeongJun frunció su ceño en cuanto escuchó aquello y con cuidado se sentó en la cama, aún adormilado, pero queriéndose asegurarse que solo había entendido mal. Sin embargo, lo vio sentado al borde de la cama, sosteniendo su mano con tanta sutileza que era casi inexistente.