―¡Gunil! ¡Deja eso! ―JiSeok corrió al sofá donde se encontraba el mayor para intentar quitarle lo que tenía en sus manos―. ¡Lo vas a romper! ¡¿Sabes en cuanto está valuado eso?!
―¡Déjame!
Gunil estaba desesperadamente revisando el llavero que el artista le había regalado para su cumpleaños y que siempre llevaba en su mochila. Había notado como el becado puso toda su atención en ese objeto y sentía desconfianza.
―¡Lo dañarás! ―Luchaba por quitárselo.
―¡Dime si tiene una cámara! ―Con su pierna buscaba apartarlo―. ¡¿O entonces dónde estuviste ayer en la mañana?!
―¡¿Crees que mí vida ronda en ustedes dos?! ¡Yo también tengo clases! ―Con habilidad logró sacárselo, mostrándole una mala cara.
HyeongJun solo podía fruncir su ceño de brazos cruzados mientras los observaba ahora pelear en el piso de su casa por ese llavero. ¿Realmente era amigo de dos personas así? A esas alturas tenía la certeza de que Gunil no era para nada civilizado y serio como lo había aparentando todo ese tiempo, porque verlo en el piso rodando con JiSeok no era favorecedor a su imágen.
La vista del menor se desvió hacia la puerta principal cuando esta fue abierta por una de las mucamas, pronto notando como era Nana quien estaba llegando con varias cosas en manos.
En ese momento mordió su labio y se acercó casi corriendo, dejando que sus dos amigos hiciesen lo que quisieran en la sala principal. Hace un par de días tenía una duda que quería resolver, pero tenía que ser muy cauteloso a la hora de preguntar o podría delatar sus intenciones.
―Nana ―la llamó cuando estuvo a su lado, recibiendo rápidamente su atención―. ¿Quieres que te ayude con esos bolsos?
―Claro que no, cielo ―solo sonrió mientras entregaba aquellas cosas a las muchachas que la esperaban en la entrada de la cocina.
Aún así, HyeongJun no se apartó, caminaba detrás de ella mientras se deshacía de sus abrigos. Esto llamó la atención de la mujer que lo miró confundida, esperando a que dijera o hiciera algo. Pero solo permanecía con sus manos detrás de su espalda, observando en todas las direcciones como los empleados acomodaban las cosas en las estanterías.
―Mi niño, ¿qué sucede? ―preguntó―. ¿Por qué no vuelves con los jóvenes?
―No sucede nada, Nana ―sonrió sutilmente, aunque la mujer no pasó desapercibida que era una sonrisa forzada.
―¿Seguro?
―Muy.
Nana no dijo nada más y solo se dirigió al resto de los sirvientes, dando anuncio de lo que sería la cena de esa noche para que comenzaran a cocinar. Cuando salió nuevamente al pasillo en dirección de las escaleras, no pudo evitar soltar un suspiro. HyeongJun casi le pisaba los talones de lo pegado que iba caminando detrás de ella.
ESTÁS LEYENDO
𝗔𝘀 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗔𝘀 𝗔 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿 - [ᴊᴏᴏʏᴇᴏɴ x ᴊᴜɴʜᴀɴ]
Rastgele ❝𝘓𝘢𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘥é𝘣𝘪𝘭𝘦𝘴. 𝘚𝘰𝘯 𝘪𝘯𝘨𝘦𝘯𝘶𝘢𝘴. 𝘚𝘦 𝘥𝘦𝘧𝘪𝘦𝘯𝘥𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘯 𝘺 𝘭𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘱𝘪𝘯𝘢𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘴𝘶 𝘥𝘦𝘧𝘦𝘯𝘴𝘢.❞ ...