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Aquella mañana de un viernes, más allá de quienes tenían que cumplir su horario correspondiente de clases, había un grupo estudiantil que solo esperaban a que el bus llegara

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Aquella mañana de un viernes, más allá de quienes tenían que cumplir su horario correspondiente de clases, había un grupo estudiantil que solo esperaban a que el bus llegara. El campus de la universidad se veía repleto de varios estudiantes con bolsos. A pesar de ser tan temprano, muchos de ahí se sentían con demasiada energía, la cual era transmitida entre charlas y risas entre ellos. SeungMin se había quedado de pie bajo los rayos de sol que apenas comenzaban a calentar, sintiendo la fría brisa golpear con cierta suavidad su rostro levemente cansado. Esa era su parte favorita del año. Cuando se hacía la transición del invierno a primavera, donde los días eran una mezcla de ambas estaciones. Los fríos no habían desaparecido del todo, aún faltaban algunas semanas para que acabaran, pero ya podía sentir como cada vez la luz se volvía más calida.

Cuando por fin sintió que sus energías eran recuperadas y que había despertado por completo, como si se tratase de una persona nueva, comenzó a brincar de un lado al otro en cuanto vio llegar a su madre. Linah, quien solo se había demorado por estar cargando una de las mochilas de SeungMin, sintió que su cabeza comenzaba a dar vuelta en cuanto este la cargó y comenzó a girar.

―¡Minnie! ¡¿Qué te pasa?!

Estaba sintiéndose mareada, pero su hijo parecía no ser consciente de ello. Y es que SeungMin desbordaba felicidad de todas las maneras posibles. Llevaba más de una semana con aquel sentimiento que ya no tenía lugar en su pecho. Ver a todo aquel grupo de compañeros que se paseaban por el campus con sus ropas casuales le hacían entender que, aún cuando se trataba de una actividad de la institución, estaría conociendo un poco más de la vida de esos chicos de clase alta. Ya no era únicamente un simple estudiante becado de recursos bajos. Él no se veía así. Podía sentir que, de una u otra forma, comenzaba a ser parte de aquel mundo, no solo académicamente. 

Linah se había encargado de armar una pequeña valija con todo lo que creía necesario para una excursión. A pesar de que SeungMin le dijo que no era necesario, ella compró prendas nuevas y otras cosas que seguro serían útiles para aquel viaje. No le importaba si era algo de único uso o si luego ya no iba de excursión, solo quería que su niño disfrutara aquello como todos esos chicos.

Debía de admitir que, en un inicio, se sentía preocupada de con qué clase de ojos mirarían a su hijo. No era tonta. Mejor que nadie sabía que las personas de clase alta podían ser un poco despiadadas o crueles con quienes no eran como ellos. Es como si, por algún motivo, sintieran miedo o asco de aquello que era diferente. Sin embargo, ver la forma en la que algunos que pasaron por su lado saludaban con confianza a SeungMin solo pudo provocar una ola de emociones en su pecho, sonriendo sutilmente con dulzura.

Para ella era algo totalmente nuevo y extraño estar en un lugar así. No solo porque jamás asistió a una universidad, debido a que no pudo tener estudios superiores. Sino por el hecho de que, esa misma, se trataba de la universidad más prestigiosa del país. Sin dudas era sentirse como un pez fuera de la pecera, alguien totalmente ajeno a lo que lo rodeaba. 

𝗔𝘀 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗔𝘀 𝗔 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿 - [ᴊᴏᴏʏᴇᴏɴ x ᴊᴜɴʜᴀɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora