𝗔𝘀 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗔𝘀 𝗔 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿 - [ᴊᴏᴏʏᴇᴏɴ x ᴊᴜɴʜᴀɴ]

44

Su vista estaba fija en la proyección de la pantalla frente a él, pero ni siquiera prestaba atención a los gráficos que  en ella se exponían. Solo estaba atento al "tictac" del reloj de pared que anunciaba los segundos pasar y los cuales él contaba de forma interminable para que el tiempo fuera más rápido. Ese hombre, parado frente a él, exponía triunfalmente la presentación que había preparado con tanto esmero, logrando cautivar al resto de la junta directiva y a quien estaba sentada en punta de mesa.

Se sentía culpable por no estar interesado en lo que explicaba.

La reunión con accionistas había comenzado hace aproximadamente una hora. Varios representantes de otras empresas se veían emocionados por participar con ideas innovadoras que pudieran complacer a la famosa diseñadora Areum. No todos los días se tenía la oportunidad y el privilegio de ser escuchados por la mujer más importante en la industria del diseño y modelaje. Ahora, lo que se presentaba en la pantalla, es lo que sería la próxima colección 2025. Su madre guiaba las cosas que, para ella, eran esenciales: los modelos que deseaba, los tipos de telas, las importaciones que serían enviadas desde Europa, además de los costos que esto generaría y la cantidad de personal que sería necesario para ello.

Areum se desenvolvía con tanta pasión por algo que hacía todos los días que lograba cautivar a más de uno de los aprendices que estaban en la junta. Sin embargo, nuevamente, HyeongJun tenía esa extraña sensación; esa misma que le recordaba que él no pertenecía a ese mundo.

Era algo incómodo. Varios becados en ese lugar eran próximos a su edad y lo veían con cierta intensidad. Tal vez como un tipo de envidia, aunque él no lo definiera así. Más bien, podía sentir el deseo de esas personas de estar en su lugar, de haber podido nacer de la mujer que tanto admiraban. Sin escuchar sus pensamientos entendía que, todos ellos, creían que él tenía la vida solucionada al heredar una empresa de tal magnitud.

Si supieran lo que él daría por cambiar su vida con la de ellos.

Por vigésima vez en esa hora miró su celular con disimulo, esperando a que esta vez el tiempo hubiera avanzado y pronto pudiera regresar a casa. Sin embargo, terminó cerrando sus ojos con frustración y maldiciendo en voz baja al notar que solo habían pasado cinco minutos de la última vez que lo revisó. Estaba seguro de que perdería la cabeza si permanecía un minuto más ahí encerrado, necesitaba aire fresco o de lo contrario terminaría gritando.

Entonces, como si alguien hubiera escuchado sus suplicas silenciosas, su distracción llegó. No de la forma en la que esperaba pero, definitivamente, una que lo hizo ocultar una leve sonrisa. Porque, en la pantalla de su celular aún encendido, llegó la notificación de un grupo que no tenía:

My Moonlight creó el grupo: "¿Menta granizada o dormir con 300 víboras?"

Mr. Googogo

Por dios, esto es una estupidez.