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JunHan se mantenía mirando fijo la sala de espera de aquel intimidante lugar. Estaba sentado con sus manos hechas puños sobre sus piernas, frotando sus muslos algo brusco por en cima del pantalón.

Había estado pensando en la noche y llegó a una conclusión: no rendiría el examen de admisión a Lausanne.

Aún así, y para agradecer los esfuerzos que sus amigos habían hecho por conseguir aquella semana extra de inscripciones, decidió presentarse al lugar. No sabía si volvería a tener una oportunidad como esa y quería ver las instalaciones, quería ver cómo se manejaban, que clase de personas habían. El segundo enlace que le había enviado JiSeok aquella noche era sobre una clase de muestra gratis que darían previo a rendir el exámen y podía asistir todo el que quisiera.

Al menos, en un futuro, podría contarle con orgullo a su hermano que asistió a una clase de cocina en Lausanne.

Se sentía culpable de estar en ese lugar sin haberle avisado a nadie, en especial porque les mintió a sus amigos cuando les dijo que los estaría esperando en casa. Había actuado de forma indecisa y solo se dejó llevar por el impulso de querer estar ahí. Pero como sinceras disculpas preparó pastelillos de limón, los que se habían vuelto los favoritos de Gunil, pidiéndole a Nana que se lo entregaran al llegar.

Sabía que JiSeok quería hablar algo importante con él, pero el artista comprendería su ausencia. Después de todo, era él quien siempre le decía que siguiera su corazonada.

―La clase va a comenzar. Por favor, todos, síganme.

JunHan apretó el papel que llevaba en su mano con fuerza, mirando a la mujer que les daba la espalda para encaminarse por un largo pasillo. Aquel papel era la inscripción, donde pedían que completara con sus datos antes de marcharse. Sin embargo, la hoja seguía en blanco.

Esperó a que todos tomaran la delantera y caminó lento, observando los salones que iban dejando atrás, repletos de alumnos con un uniforme blanco y la insignia de la institución. Cocinas brillantes en cada aula, aromas de distintos platillos mezclándose en el ambiente y un caluroso aire que emanaba de los hornos encendidos.

La sonrisa de JunHan se ensanchaba con casa nueva sensación.

Se permitió detenerse en el aula junto a la que habían entrado el resto de personas, admirando por la pequeña ventana de la puerta como el chef terminaba de dar los últimos retoques a un platillo el cual parecía ser Salmón Ahumado. Varios alumnos rodeaban al hombre que permanecía concentrado al limpiar posibles rastros de la salsa que acompañaba la creación.

―Por favor, ingresa al salón.

JunHan ladeó la cabeza cuando escuchó aquella voz tan cerca suyo, sintiéndose apenado al ver que la misma mujer de antes esperaba pacientemente por él con una sonrisa. Disculpándose ingresó en el aula. En ella habían tres barras de acero relucientes y cuatro hornos encendidos al fondo, las ventanas permanecían abiertas por el calor que emanaban pero aún así lograba ser sofocante. La iluminación no era necesario gracias a la pintura perfectamente blanca de las paredes que hacían el lugar brillar. Un intenso aroma provocó que inconscientemente moviera su nariz, rápidamente identificando que era canela. La mujer cerró la puerta detrás suyo y él prefirió dirigirse al lugar disponible en la última barra donde nadie estaba porque seguro no soportarían la temperatura. Dejó su mochila y el formulario a un costado, mirando con atención lo que había al frente de la clase.

―Bienvenidos a todos. Una vez más les damos las gracias por elegir a Lausanne como una oportunidad. ―Se mostraba animada y eso lograba que todos también lo estuvieran―. El profesor Kim pronto iniciará la clase. Recuerden que esta tiene duración de una hora y luego procederá a tomar el exámen de admisión ―aclaró―. Aquellos que no quieran dar el exámen pueden retirarse al finalizar el horario.

𝗔𝘀 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗔𝘀 𝗔 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿 - [ᴊᴏᴏʏᴇᴏɴ x ᴊᴜɴʜᴀɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora