𝗔𝘀 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗔𝘀 𝗔 𝗙𝗹𝗼𝘄𝗲𝗿 - [ᴊᴏᴏʏᴇᴏɴ x ᴊᴜɴʜᴀɴ]

08

Su cuerpo no dudó en reaccionar cuando frente a sus ojos veía como un chico pronto pisaría el pequeño bulto de tierra que había dejado. Corrió en su dirección y, cuando el contrario iba hacia atrás, sus piernas cayeron de rodillas al suelo para sus manos envolver al cuerpo de espaldas que había golpeado contra su pecho.

Por un momento el tiempo se detuvo para ambos, JooYeon respiraba de forma agitada mientras sus ojos se habían cerrado por inercia, sabía que estaba sujetando a aquella persona, y sabía que esa persona había caido en él por como se aferraba a su cuello como si su vida dependiera de ello.

Pero lo que no sabía es que, al animarse a abrir sus ojos, se encontraría con aquel rostro tan cerca del suyo, sus labios casi rozando la nariz ajena mientras ambos trataban de controlar sus respiraciones. El corazón de JooYeon dejó de latir por algunos segundos cuando sus miradas asustadas se conectaron. Los suspiros ajenos golpeaban su propio rostro y sabía que su cabello rozaba delicadamente las mejillas contrarias al punto de quizá causar incomodidad.

Y sin embargo, ninguno se apartó.

Se miraban fijamente, y JooYeon se había perdido el hermoso color de esos brillantes ojos marrones, con los labios semi abiertos. HyeongJun había quedado absorto de la cercanía que tenían y sin poder evitarlo sus mejillas tomaron un leve color rojizo que trato de ocultar mirando en otra dirección. Con velocidad Intentó ponerse nuevamente de pie, deseando que aquel chico de cabellos largos no fuese capaz de escuchar los latidos rápidos de su corazón, pero en cuanto quiso enderezarse, su pie volvió a resbalar en el barro, siendo sujetado instantáneamente con más fuerza por el contrario que ya no le permitió apartarse.

―¿Estás bien? ―JooYeon deslizó hacia atrás un mechón de su propio cabello que seguro incomodaba a esa persona, y sin poder evitarlo, su mano se posó en la mejilla contraria. Parecía no reaccionar y eso lo estaba asustando.

―Y-yo... ― Fue inevitable no tragar duro ante el tacto de esa áspera pero cálida piel que ahora tenía en su rostro. Aunque quisiese, los ojos de HyeongJun no podían apartarse de él, aún sabiendo que lo más probable es que su cara estuviera a un paso de ponerse violeta por la vergüenza.

―¿Jun? ―Una tercera voz los alertó para que por fin se dignaran a apartar sus miradas. Frente a ellos se encontraron con dos chicos de brazos cruzados, uno con una enorme sonrisa en el rostro la cuál JooYeon no podía descifrar, y otro con el ceño fruncido en lo que parecía ser una mueca de enojo. Sin embargo, el de la brillante sonrisa volvió a hablar―. ¿Qué está sucediendo aquí?

―¿Qué mierda estás haciendo, Han HyeongJun?― El más fornido de sus amigos no dudó en acercarse para tomarlo de la muñeca y levantarlo de un tirón sin mucho esfuerzo, cosa que provocó un quejido en su víctima.

―Oye ―JooYeon no tenía la intención de intervenir, pero de alguna forma aquel trato le desagradó―, creo que no hay necesidad de que lo sujetes así.