Helena se pasó una semana en la cama, cada que intentaba levantarse y retomar su vida los recuerdos volvían y junto con ellos el dolor, recordó como después de haber pasado por tantas penalidades para estar con Dani todo había acabado así de simple.
La chica se estaba preparando para ir al instituto, cuando entró su madre. -Vaya me alegra saber que ya no te disfrazas.
-Creo que ya no es necesario. -Dijo la chica con tono agotado
-El desayuno está en la mesa-Inés besa a su hija en la frente. -yo me tengo que ir, he conseguido un trabajo.
Helena sonrie. -Me alegro mucho.
Inés sonríe y se marcha. Helena finalmente baja, observa el desayuno y sale de la casa sin probar bocado.
Al entrar a clase recordó que Dani no estaría esperándola en la salida. Se fijo en la mirada fría que le envío Ari y sintió la necesidad de contarle lo ocurrido a lo mejor podrían iniciar una bonita amistad como la que llevaban antes.
La clase comenzó y Helena solo entendía bla, bla, bla, Dani.
No podía concentrarse en nada porque su mente estaba ocupada por el chico. Al menos Ari y ella ya tenían algo en común. Dani.
La sirena que indicaba el final de la clase sacó a Helena de sus pensamientos.
Como de costumbre cuando salió del instituto comenzó a buscar con la mirada al chico, pero como ella sabia aunque no quería reconocerlo, el no estaba allí, nunca volvería a estarlo. Todavía recuerda sus últimas palabras. "Helena te quiero" y después ni un simple mensaje o llamada.
Pasaban los días y Helena intento varios acercamientos a Ari pero fue inútil, en el último momento o se arrepentía o sonaba el timbre.
Un día estando sola en casa, llamaron a la puerta. Cuando la chica la abrió no podía creerlo. Era su hermano y no venia solo. La chica abrazo a su hermano como nunca y en cuanto a Leire, Helena no sabia como reaccionar, había pasado mucho tiempo y demasiadas cosas.
-Mamá me contó sobre tu pequeño y roto corazón y he venido para hacer añicos al tío ese que le ha destrozado el corazón.
-Te agradecería que no te burlases de mi.
-No lo hago, oye el que nos llevemos fatal, no significa que no te quiera, eres mi hermana pequeña. -Por el tono, Rodrigo estaba hablando en serio.
-¿Ha sido Dani verdad?- Preguntó Leire en voz baja.
Helena se limitó a asentir. Por un momento decidió encontrar la amiga que no habia podido encontrar en Ari, en Leire, ella también había estado con Dani, asi que también le conoce y podría ayudarle a superarlo.
-Bueno, os dejo hablar de cosas de chicas. -Rodrigo se levantó. -Necesito dormir. - y desapareció escaleras arriba.
-Leire... la verdad no se por donde empezar o quien de las dos debería estar enfadada. Tu por que os abandone, a las únicas amigas que he conseguido y marcharme en la primera oportunidad o yo porque llevas todo este tiempo ocultándome que salías con mi hermano.
-Helena... tu hermano y yo no creíamos conveniente contarte la verdad.
-¿ Desde cuando?
- En una fiesta el día después de tu fiesta de bienvenida.
-¡¡Oh Dios mio!!- Helena se levanta del sofá. -Ya mismo hace un año de aquello.
-Helena escucha, lo siento, siento no haber sido sincera.
-Yo era tu amiga, por aquel entonces ¡¡nos contábamos todo!!-Grita mientras camina de aquí para allá.
-Yo no me sentía agusto metiéndote, solo estaba buscando el momento oportuno pero ocurrió todo aquello y entonces...
Helena suspira. -Está bien, al menos mi hermano es feliz. -ambas chicas sonríen. -Porque al parecer esta familia está maldita en lo que se refiere al amor. -Dice Helena mientras se sienta junto a Leire. -Por cierto yo también quiero disculparme, me fui en la primera oportunidad que tuve y sin un adiós.
Leire simplemente sonríe. -Te he echado mucho de menos. - Confiesa Leire y abraza a Helena.
-Leire, te necesito, necesito que estés conmigo en estos momentos y me ayudes al olvidar. -Asi que finalmente te enamoraste. -Confirma Leire mientras acaba con el abrazo.
-Como una estúpida. -Sonrie a pesar de las lágrimas en sus mejillas.
-Supongo que enamorada hasta las últimas consecuencias.
Helena asiente. -Quise odiarlo pero no puedo, no podría el ha sido lo mejor que me ha pasado.
-Entonces te ayudaré a olvidarlo solo...mira a tu alrededor. Un clavo siempre saca a otro clavo. -Leire guiña un ojo a Helena. Aquellas palabras confirmaron que Leire no había cambiado en todo este tiempo, que seguía siendo la mimas chica alocada del pelo rosa. Y entonces se sintió como en los viejos tiempos.
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Canciones sin Letra
RandomInés junto a sus dos hijos, Helena y Rodrigo se mudan a una nueva ciudad tras el divorcio. Helena es una chica muy tímida, lo único que quiere es pasar desapercibida, cosa que sera imposible para los chicos no fijarse en una joven tan hermosa como e...