Capitulo 4: Planes de sábado.

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Ese mismo dia unas horas antes...

Rodrigo.

Odia tener que madrugar sin embargo  no le queda de otra. Rodrigo llega tarde  a la Universidad  una vez más por suerte solo le quedan dos años más y acabará la carrera de periodismo. Si aunque no lo parezca, desde pequeño Rodrigo lo ha tenido muy claro "yo de mayor seré como esos que salen en la tele y hablan con un micro y ademas que siempre estan viajando" dijo con seis años. 

Varias chicas lo miran descaradente y cuchichean eso le provoca a Rodrigo una gran sonrisa de satisfacción, le encanta que todas las chicas le miren y hablen de él.  Le encanta ser el centro de atención. Está un poco preocupado, este año no son los mismos profesores del año pasado que ya le conocian. Sube las amplias escaleras de marmol y finalmente llega al salón de su clase.  Llama a la puerta y entra.  Por suerte el profesor ni si quiera se ha percatado.  Se sienta en la ultima fila y mira a su alrededor hay unas cuantas de chicas y no estan nada mal.  Los ojos de Rodrigo se recrean en los hermosos cuerpos de auquellas jóvenes hasta que alguien se sienta a su lado y le impide seguir mirando. Es un chico moreno de cabello rizado y vestido pulcramente.  -Tio yo que tu dejaria de mirar a las chicas como si fueran comida y me centraria en la clase, me han dicho que el profesor es muy exigente. 

Rodrigo no puede creerse que aquel tipo tan pijo se este dirijiendo a él.  Lo mira fijamente durante unos segundos y despues suelta.

-Rodrigo. 

El chico sonrie -Adrián.

Y comienzan las anecdotas y el igorar al profesor.  

Adrián y Rodrigo  salen de la universidad conversando animadamente. Por el camino, Rodrigo descubre que èl no es el ùnico que provoca que las chicas se sonrojen. Hubo un momento en los que una chica casi se come una farola ipnotizada por la tierna sonrisa de Adrián.

-Eh que te parece si te presento a algunas amigas mias.

-Me encantaría pero ahora soy el hombre de la casa y tengo responsabilidades.  Dijo en tono burlón. 

-Esta bien tio , como quieras supongo que saldras de fiesta por ahí algùn día ¿no?

-¿Bromeas? El chico arquea una ceja.

-El sábado en pleno centro, chicas,  alcohol, ya sabes como nos las gastamos los universitarios.

A Rodrigo se le iluminan los ojos al escuchar a Adrián  decir las palabras fiesta y chicas en una misma frase.  Ambos se despiden mientras Rodrigo piensa, de vuelta a casa, sobre lo que le espera el sabado.

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