Una Omega Para Mi Reino

CAPITULO 41

26 de Octubre, 2025.

Deimos

La suave brisa cae sobre mi pelaje haciendo que Kale gruña de felicidad, cierro los ojos sintiendo una leve tranquilidad, ahora mismo me encuentro en medio del bosque en mi forma de lobo tratando de analizar lo que ha pasado toda esta semana entre Halley y yo.

Después del desayuno que tuvimos toda la familia y de lo idiota que me comporte con ella tuvimos cita con el medico para poder ver el avance de los cachorros, tuve que controlarme bastante cuando Kian opino que era mejor quedarme fuera en lo que controlaba mis feromonas por el bien de mi mujer y mis hijos.

—Por suerte el doctor es beta y se lleva bastante bien con Halley, o de lo contrario no lo hubiera dejado con nuestra mujer a solas— escucho decir a Kale y asiento dándole la razón.

—Lo bueno es que pudimos entrar después y pudimos escuchar los latidos de los bebés— murmuro recordando el día de la cita

Suelto un leve gruñido al ver a Halley entrar al consultorio sola, suspiro caminando de un lado a otro tratando de calmarme, después de unos minutos abro la puerta encontrándome a Halley sentada en la camilla y a su lado el doctor.

—Me alegra se haya tranquilizado Alfa, le comentaba a Halley que para tener dos mese de embarazo todo va marchando bien, pero no puede estar expuesta tanto tiempo a las feromonas que la lleguen a poner en riesgo— lo escucho decir y asiento levemente y volteo a verla sintiendo una punzada en el pecho al ver sus ojos enrojecidos.

—El procedimiento será el mismo ¿Cierto? — la escucho preguntar haciendo que Kiran asienta sonriente.

—Asi es Halley, veremos el crecimiento de ambos bebés y escucharemos su corazón, solo es procedimiento de rutina— ambos asentimos y me acerco a ella quedando a su lado.

La veo acostarse en la cama y destapa su abdomen haciéndome sonreír levemente al notar la leve curva que me encanta tocar todo el tiempo.

—En las últimas semanas ha estado vomitando dos veces al día ¿Eso es normal? — pregunto haciendo que ambos me miren haciéndome sentir incomodo.

—Es muy normal, pero de cualquier forma veremos el peso de los cachorros y asi sabremos que es lo que le hace falta y poder recetarlo— asiento mirando la pantalla frente a nosotros.

Después de unos segundos escuchamos un par de soniditos que me ponen rígido haciendo que kale se mueva en mi interior, miro a Halley que tiene una sonrisa en sus labios y pequeñas lagrimas se escapan de sus ojos.

—Todo parece indicar que los bebés estan creciendo con buen peso, la medida es la indicada para el tiempo de gestación que tienen, estas haciendo un buen trabajo Halley— Kiran murmura y nos sonríe a ambos antes de levantarse pasándole una toalla a mi mujer para que se limpie.

Al terminar ambos salimos del consultorio en un silencio incomodo y gruño sin saber que hacer o como remediar las cosas.

Una vez arriba de la camioneta la miro de reojo y quisiera golpearme al mirarla triste, el vehículo se detiene y volteo a ver que estamos frente a la escuela en la que trabaja.

—Aquí me quedo yo, iré hacer unas cosas que necesito, nos vemos en la noche— la escucho decir y asiento lentamente mientras la miro bajar y desaparece de mi vista.

Desde ese día Halley y yo hemos estado distanciados, durante el día solo la veo un par de veces y al llegar a la habitación la encuentro dormida haciendo que nuestra comunicación sea nula.