CAPITULO 47

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14 de Febrero 2026

Deimos

Despierto y miro a Halley a mi lado durmiendo profundamente y no puedo evitar sonreír al verla tan tranquila, hace una semana las nauseas se fueron dejándola descansar, lo único que se mantiene son los antojos por las cosas dulces, en especial las fresas con chocolate.

Con cuidado de no despertarlos alzo la cobija mirando su vientre abultado, acerco mis manos hacía ese lugar donde mis hijos se encuentran creciendo, Halley llora cada que les habla y estos se mueven reconociendo la voz de su mamá.

Miro a Halley removerse y entre abrir los ojos mirándome con una sonrisa adormilada.

—Parece que ambos pequeños ya se despertaron— la escucho murmurar y sonrío en forma de disculpas al sentir leves movimientos bajo mis manos.

—Una disculpa bonita, no era mi intención despertarte, pero me es imposible mantener mis manos lejos de ellos, es como si Kale quisiera estar todo el tiempo cerca de ellos—

—Ya estaba apunto de levantarme, me siento con sueño, pero tengo demasiada hambre— murmura y alzo la mirada y sus ojos mantiene un brillo coqueto que me hace gruñir.

—Bajemos primero a desayunar, esos pequeños deben comer— murmuro queriendo levantarme de la cama, Halley toma mis manos acercándome a ella.

—Primero mi beso, no me has saludado— menciona sonriendo coqueta.

La miro con los ojos entrecerrados haciendo que su sonrisa se haga mas grande, me acerco lentamente juntando mis labios con los suyos, sus labios se sienten suaves y delicados, transmiten muchos sentimientos con solo tocarlo haciendo gruñir a Kale.

Hoy tenemos que quedarnos con ellos, no hay que dejarlos salir, mantendremos la puerta cerra— escucho a kale y asiento de acuerdo con él.

Con cuidado me posiciono arriba de ella sin aplastar su vientre en el proceso, el beso se intensifica y jadeo al sentirla frotarse lentamente, bajo mis manos buscando uno de sus pechos, pellizcando su pezón haciéndola gemir.

Con cuidado retiro su playera dejándola con sus bragas negras, suelto sus labios para deslizarme dejando besos en su cuello y mordiendo suavemente, al llegar a sus pechos me meto uno en la boca mientras que al otro le doy atención con mi mano haciéndola retorcerse debajo mí.

—¿Esto era lo que querías bonita?, ¿Te gusta saber que me tienes a tu entera disposición para satisfacerte? — murmuro pasando al otro pecho y deslizando mi mano hacia ese lugar que me vuelve loco.

—Si, Deimos, sigue, por favor no pares— la escucho gemir haciéndome acelerar mis movimientos cuando mis dedos se hunden en su coño.

—Ya tan rápido estas húmeda bonita, lo hare con cuidado, pero te va a gustar—

Suelta un jadeo al sentir mis dedos dentro de ella, mientras que con mi pulgar me encargo de hacer pequeños movimientos circulares sobre su clítoris, termino quedando frente a su entrepierna y alzo la vista mirándola con los ojos cerrados y las mejillas sonrojadas.

Empiezo a dejar besos en la parte interna de sus muslos antes de lanzarme a devorar su coño, succionando y lambiendo cada parte de ella haciéndola gemir y que sus manos se aferren a mi cabello, antes de que llegue a su orgasmo me retiro haciéndola bufar indignada.

—Lo siento bonita, pero planeo hacerte venir con mi polla dentro de ti—

Me acerco a ella tomando mi miembro entre mis manos y alineándome a su entrada, introduciéndome lentamente haciéndola jadear, una vez dentro comienzo a moverme con cuidado haciendo que me mire con el ceño fruncido.

Una Omega Para Mi ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora