Una Omega Para Mi Reino

CAPITULO 5

9 de Agosto, 2025.

El sonido de la puerta siendo golpeada logro despertarme un tanto asustada, con mis sentidos más tranquilos percibí el olor de mi papá, logrando tranquilizarme.

–Buenos días cariño, lamento haberte asustado– niego regalandole una sonrisa y lo veo entrar a mi habitación.

–No te preocupes papá, para que me necesitan– comento levantándome de mi cama.

–Iremos a la casa del Alpha, tu madre irá con nosotros– asiento, y lo miro con curiosidad antes su nerviosismo.

–No te preocupes, no estaré mucho tiempo sola si es que lo que te preocupa, iré a la escuela, dentro de poco los cachorros entrarán y necesito estar preparada– lo veo asentir acercándose a mi y dejando un beso en mi frente.

Una vez fuera de mi habitación, tomó un vestido floreado que me llega por encima de mis rodillas, es de manga larga, unos zapatos de piso y suelto mi pelo negro, me aplicó una pequeña capa de maquillaje sobre mi rostro.

Al bajar me percato que ya todos se fueron, me dirijo a la cocina en busca de comida y treinta minutos después tomó mi bolso y celular saliendo de mi casa con dirección al centro de la manada.

Al llegar a mi destino, encuentro a Sara una mujer adulta de pelo castaño y ojos cafés, encargada de la escuela en la que trabajó y mi jefa.

–Halley querida, que gusto verte– me acerco a ella con una sonrisa en mi rostro.

–Lo mismo digo, vengo a recoger los papeles para este nuevo inicio de clases– asiente encantada al saber que soy muy comprometida con mis alumnos.

–Esta vez, te toco los de primer año, se que lo harás muy bien, esos pequeños te amaran– asiento recibiendo los papeles y mi temario para prepararme.

Una vez fuera de la escuela mi recorrido continúa comparando lo necesario para las actividades y talleres que tendrá con mis nuevos alumnos.

La mañana se pasó entre comprar y caminatas largas que aunque no borro la sensación de ansiedad si logro tranquilizar a mi loba.

Al llegar a casa subo todo a mi habitación, miro la hora en mi celular y aún tengo tiempo de preparar lo necesario para los primeros meses de clases.

Viendo que mi familia aún no llegaba, me pareció buena idea preparar la comida, no quería aburrirme viendo la televisión, así que  conecte mi celular a la bocina escuchando mi música favorita.

El sonido de la planta baja fue lo primero que escuche al despertar, extrañaría el silencio y tranquilidad con la que había pasado los últimos tres años pero el encontrarme en mi hogar nuevamente no lo cambiaría por nada.

Los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente y sintiendo a mi lobo moverse en mi interior, me levante tomando un pantalón negro, con una playera azul marino de manga larga y unas botas tipo militar.

Una vez abajo reconocí las voces de mis suegros, y con la llegada de ellos, no hizo más que ponerme ansioso, sabía que Dominic no se interpondria entre su hija y yo, pero quería hacer las cosas bien.

–Buenos días a todos, Dominic, Madelyn podría hablar con usted un momento– los veo asentir y levantarse de sus lugares.

–Tengo una idea de lo que quieres hablar muchacho, vamos a tu despacho– camino delante de ellos hacia el lugar sintiendo un nudo en la garganta.

—Tranquilo, todo está bien, ellos estarán de acuerdo y si no, nos robamos a su hija— ruedo los ojos ante el comentario de Kale.

—No vamos hacer eso, haremos todo bien— gruñe pero no comenta nada.