Una Omega Para Mi Reino

CAPITULO 28

1 de Septiembre, 2025.

Logan

A veces la vida te pone personas en tu camino algunas son para siempre otras son pasajeras, en mi caso puedo decir que Scarlett es y será esa persona qué el destino me puso en mi camino para amarla y protegerla.

Desde que tengo uso de razón mi familia fue muy apegada a los Lycaon de ahí nace mi completa amistad y hermandad con Deimos, a los pocos años nacieron nuestros hermanos Noah y Rigel, dos chicos que se unieron a nosotros como amigos y familia.

No mentiré al decir que cuando nació mi hermana prometí cuidarla por ser la pequeña de la casa, pero con la llegada de Scarlett todo mi mundo se iluminó sentí que mi vida tenía una válida razón para seguir adelante desde niño juré amarla protegerla adorarla aunque al principio creí que ese sentimiento era porque todo el tiempo estabamos juntos los 6 y fue tan maravilloso el descubrir que no solo era esa la razón.

Con cada minuto y hora que pasaba con ella más me enamoraba, al cumplir los 18 años supe que ella sería mi compañera. Por supuesto que nada fue sencillo, pero cuando la veo y la escucho reír se que ha valido la pena.

–Buenos días amor, vamos despierta– la escucho decir dejando besos en toda mi cara.

–Ya desperté, pero eres libre de seguir besándome– murmuro haciéndola reír.

Tomo su cintura quedando encima de ella, sus ojos grises me observan con diversión, entierro mi cara en su cuello dejando besos en el, mis manos bajan a sus muslos hacendola suspirar y gemir lentamente.

–Por fin un día de descanso, justo el día de nuestro cumpleaños y que mejor regalo que estar todo el día con nuestra mujer– escucho decir a Azriel y sonrió dándole la razón.

–No podría estar más de acuerdo contigo amigo–

Los gemidos de Scarlett me hacen enfocarme en ella, sus manos toman mi cuello acercándome otra vez a su boca, los botones de la camisa salen volando dejandome ver su sostén blanco.

El sonido de un celular me hace gruñir, vuelvo a besarla ignorando los molestos sonidos.

–Prometo que te lo compensare, ahora necesito reunirme con Halley– la escucho decir entre jadeos.

–No hoy no, quiero estar contigo todo el día– murmuro aún con mi cabeza enterrada en su cuello.

–Lo se, pero te tengo una sorpresa, después de eso podemos volver a la cama lo que resta de la noche– menciona y gruño saliendo de la cama .

Camino hacia la ducha con una rara molestia creciendo en mi.

Desde hace unos días ha estado tan distante de mi, apenas si nos vemos y cuando lo hacemos son solo besos, y un poco de manoseo.

–¿Crees que tenga a alguien más?– escucho preguntar a Azriel con un tono de tristeza en el.

–Imposible, somos compañeros, nuestro lazo es fuerte, pero se que algo no está bien, solo que no se que es– murmuro sintiendo el agua fría caer sobre mi.

–Kyra tampoco me dice nada, se ha mantenido callada, pensé que hoy sería diferente–

Salgo del baño con una toalla al rededor de mi cintura, la habitación se encuentra vacía, pero el olor a fresas se encuentra en el lugar.

Una vez cambiado saldo de la habitación bajando las escaleras, la risa de ella se escucha desde la cocina, suspiro caminando hacia el lugar encontrandome a mi hermana.