CAPITULO 29

1.9K 150 3
                                    

5 de Septiembre, 2021.

Halley

La alarma suena haciéndome abrir los ojos lentamente volteo encontrándome sola en la cama, gruño y suspiro sintiendo un malestar crecer dentro de mi, los últimos tres días he despertado sin Deimos a mi lado y esta situación me esta cansando.

Lentamente salgo de la cama comenzando a caminar hacia el baño, el agua cae sobre mi cuerpo retirando cualquier rastro de cansancio y es que últimamente me he sentido más cansada de lo normal, tampoco ayuda que ayer amanecí con muchas nauseas las alarmas se activan en mi cabeza, pero prefiero estar segura antes de poder decirle algo a Deimos.

Salgo del baño dirigiéndome al armario, hoy parece hacer mas frio de lo normal así que un pantalón de mezclilla y una playera de manga larga seria lo ideal en estos momentos, al terminar de arreglarme tomo el celular, las llaves y salgo de la habitación comenzando a caminar hacia la cocina.

Al llegar encuentro a Gabriel el cual ha sido mi sombra estos días y a su lado se encuentra mi hermano con una sonrisa en su rostro.

No he podido hablar con mi hermano a solas, pero se que aun se encuentra dolido con Rigel, no soy quien, para meterme en su relación, solo espero que mi hermano pueda ser feliz y si su felicidad es a lado de cierto hombre de ojos azules, mi cuñado tendrá que hacerse a un lado de su vida.

—Buenos días, espero no estar interrumpiendo nada— menciono entrando al lugar haciendo que ambos me miren.

—Hola Halley, y no interrumpes, solo estaba tratando de convencer a tu hermano de ir conmigo a la feria en el pueblo de a lado— alzo una ceja en dirección de Noah haciéndolo rodar los ojos.

—No es una mala idea, seria bueno que salieran a distraerse un rato, han tenido mucho trabajo últimamente— murmuro y Gabriel asiente volviendo a mirar a mi hermano.

—Ya tienes el permiso de tu hermano, ¿Quieres que le pida permiso a tu hermano, o tus padres?— lo escucho decir y sonrió al ver a mi hermano ponerse rojo.

—No necesitas pedir permiso a nadie para que podamos salir, pero ahora no es buen momento, ¿Te parece que vayamos este fin de semana?— Gabriel asiente emocionado haciéndome reír ante su actitud, antes de poder mencionar algo la voz de Jazziel se escucha en todo el lugar.

—A donde sea que vayan yo me apunto, necesito un respiro, por cierto, buenos días, Halley— menciona dejándose caer en una de las sillas, detrás de el entra mi cuñado que rueda los ojos al ver a Gabriel

—No seas entrometido Jazziel y no, no puedes ir con nosotros, esta salida solo será de Noah y mía— menciona Gabriel ganándose una mirada de mi cuñado.

—Entonces no es salida, es una cita, pero para que veas mi buena amistad dejare que te vayas sin mí— lo escucho decir ganándose varias risas a excepción de cierto pelinegro.

—Una cita, tendrás una cita con el Noah, hasta cuando dejaras de ser tan infantil y dejaras tu orgullo de lado para poder hablar tranquilamente, te prohibió salir con Gabriel, no puedes y no quiero— el grito de Rigel me hace levantarme de mi lugar un tanto asustada.

Gabriel y Jazziel siguen mis movimientos al ver el estado de mi cuñado, Noah lo mira y sonríe antes de levantarse quedando frente a Rigel.

—Te lo dejare en claro Rigel y espero sea la ultima vez que te pones todo loco, no eres nadie para prohibirme con quien salgo, si tengo o no una cita con Gabriel es algo que no te interesa, y no soy infantil ni orgulloso y es algo que no te ha quedado claro, estoy haciendo lo que me pediste alejarme de ti, no querías que fuéramos pareja pues adelante no lo somos, haz tu vida como mejor te de la gana y déjame a mi ser feliz, esto solo son las consecuencias de tus actos. Si pensabas que me iba a quedar con alguien que se avergüenza de mí, de nuestra relación estas muy equivocado—Rigel lo mira fijamente y la primera lagrima cae antes de acercarse a Noah.

Una Omega Para Mi ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora