CAPITULO 2

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Ya en mi habitación me encaminó a la ducha, bajo la lluvia artificial, me permitió pensar en aquel chico de ojos grises que se fue hace 4 años.

Aún recuerdo la última vez que lo ví, estaba a un día de saber que rango iba a tener, aunque muchos ya sospechaban que sería una hermosa Omega, la noticia que el me dió la recuerdo perfectamente como si fuera ayer

30 de Junio, 2021.

Unos pequeños golpes se escucharon en mi, un poco asustada y con la curiosidad creciendo, me acerqué a ver quién era el causante de dichos sonidos. Una sonrisa se formó en mis labios al verlo, sus ojos grises y su cabello negro despeinado.

Baja, necesito hablar contigo– no lo pensé dos veces, tome una sudadera y baje corriendo las escaleras hacia la puerta principal. 

No quieres entrar– pregunto y Deimos niega, agarrado mi mano empezando a caminar hasta llegar a orilla de un río.

Me tengo que ir, y no quiero dejarte– sentí mi cuerpo tensarse ante ese comentario, ¿irse?, ¿Por cuento tiempo?, ¿Porque ahora?, estoy a nada presentarme.

Cu...Cuando te vas– sus ojos buscan los míos y maldigo internamente por haber tartamudear.

Mañana a primera hora tengo que partir, serán 3 o 4 años, sabes que, si por mi fuera no iría, pero es mi deber como futuro rey de la manada– asiento sintiendo ganas de llorar y gritar, quería pedirle que no se fuera, que se quedará conmigo, pero aún no sabía si el era mi compañero y por mucho que me doliera no era egoísta.

Entiendo y no te preocupes– siento a Deimos acercarme a su cuerpo,  enterrando su cara en mi cuello y una pequeña corriente me recorre el cuerpo causandome escalofríos.

–Prométeme que me vas a esperar, volveré, te lo juro, estaremos juntos– una sonrisa triste es lo único que sale de mi cara, no quería prometerle nada porque había la posibilidad de que no fuéramos compañeros.

Te voy a extrañar mucho Deimos– sus ojos se encuentran húmedos y mis ojos cristalizandose no ayuda mucho a la situación.

Vamos bonita, ya es de noche y está empezando a bajar la temperatura– empezamos a  caminar de regreso a casa, el ambiente se sentía pesado y durante todo camino nadie digo nada, cada uno iba en sus propios pensamientos.

Nos vemos Deimos y mucha suerte– antes de irse su mano detiene mi brazo voltandome quedando frente a el, sus manos bajan por mi cuerpo agarrando mi cintura acercándome a su cuerpo, uniendo mis labios con los de el. Ante el contacto un gemido sale de ambos llevo mis brazos alrededor de su cuello impulsándome hacia arriba, sus manos se trasladan a mi trasero sosteniendome a la vez que siento mi espalda pegar con algo sólido.

Aún es sus brazos, empiezo a  restregarme en esa dureza que sentía entre mis piernas, Deimos empezó a besar y lamer mi cuello, un pequeño gruñido escapa de el al chupar la parte donde iría la marca de mi compañero.

Logro separarme de él, logrando que saliera un gruñido de molestia, con las mejillas calientes y con un poco de vergüenza recorriendome, me bajó de él, antes de que el reaccione entro corriendo a mi casa y subo corriendo hacia mi habitación.

Vuelvo a la realidad al sentí unos toques en la puerta de mi habitación.

-Hija, está todo bien, llevas una hora en el baño, te estamos esperando para cenar– mis ojos se abren sorprendida del tiempo en el que estuve pensando en el chico de ojos grises.

–,Si está todo bien, en un momento bajo madre- termino de cambiarme,  baja encontrando a mi padre y mi hermano ya en el comedor.

–Sientate con ellos cariño, en un momento ire– asiento viendo a mi madre desaparecer en la cocina para después salir con mi postre favorito.

–En dos semanas llega Deimos, ya están empezando los preparativos para su coronación y si trae a alguien ese mismo día tendremos a la reina luna– bajo la mirada a mi plato y no pasa desapercibido dicha acción padre mi padre y hermano.

Ambos se mirar al mismo tiempo cuando sin querer deja salir mi tristeza y dolor.

–Que pasa pequeña, te sientes mal– aunque mi padre sabía muy bien la respuesta a su pregunta, se me hizo tierno que me preguntará.

–No pasada nada papá, me duele la cabeza eso es todo– volteo a verlo tratando de darle una sonrisa, pero al parecer falló cuando toma mi mano con delicadeza.

–Mira pequeña hice una tarta de fresas como te gusta– mi madre habla tratando de olvidar el mal rato, con mi tarta favorita, y asiento un poco emocionada.

–Gracias mami– empezó a comer tratando de que ese sentimiento se fuera de mi corazón.

Durante la cena evitaron hablar sobre el chico de ojos grises, aunque sabía que era un tema que no iba a poder evitar mucho tiempo.

Muy lejos de aquella manada, Deimos se encuentra admirando la luna y recordando el primer y único beso que tuvo con su compañera.

–En dos semanas la verás hermano– un chico de ojos verdes y tes blanca se acerca Deimos poniendo su mano en su hombro.

–Lo se Rigel, estos tres años se me han hecho eternos sin ella a mi lado– el mencionado solo asiente tratando de empatizar con el.

–Crees que ya le hayan dicho la verdad– Deimos mira a su hermano con una mueca en la cara.

–Les dije que no comentaran nada, la conozco y se que se molestará, prefiero decirle yo a qué llegue y no me quiera hablar– ambos hermanos se miran son decir nada.

–Scarlett hablo conmigo hace rato, mencionó que ella tiene planes de empezar a buscar a su pareja– un gruñido se escuchó en el lugar.

–Porque tengo que esperar tanto tiempo, ya acabe, simplemente no puedo irme de aquí– Rigel le da una sonrisa nerviosa haciendo que Deimos lo mire fijamente.

–Bueno hermano si nos vamos mañana temprano llegaremos el sábado a medio día– Deimos asiente ansioso ante la noticia.

–Prepara todo que mañana partimos y no me importa que no allá coronación ese día, cuando ella esté conmigo prepararemos todo– Rigel asiente y se retira a preparar todo para mañana en la mañana.

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Nos estaremos leyendo pronto. 😎


Una Omega Para Mi ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora