CAPITULO 42

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2 de Noviembre, 2025.

Halley

Al despertar volteo mirando a Deimos durmiendo, suspiro saliendo de la cama sin hacer ruido, comienzo a caminar hacia el baño y me adentro a la regadera, el agua cae sobre mi cuerpo y suspiro cerrando los ojos permitiéndome descansar.

Después de un rato siento unas manos rodear mi cintura tocando mi vientre dejando suaves besos en mi cuello.

—Se están haciendo notar cada vez más— lo escucho decir cercas de mi oído logrando estremecerme.

—Los bebés no son nada silenciosos, son iguales a ti— murmuro haciéndolo reír.

—Ahora espero y mis hijos se comporten, mientras disfruto de su madre— murmura y jadeo al sentir una de sus manos bajar a mi entrepierna, sus dedos se cuelan entre mi coño haciendo pequeños movimientos circulares en mi clítoris, gimo al sentir uno de sus dedos adentrarse y acelerar sus movimientos.

Sus labios no dejan de besar y morder la zona de mi cuello haciéndome estremecer con cada toque.

—Hoy seré rápido bonita, pero prometo compensártelo en la noche— gruñe en mi oído y asiento incapaz de formular alguna palabra.

Sus dedos siguen trabajando en mi coño haciéndome recostar en él, en busca de equilibrio al sentir mi orgasmo llegar logrando que me tiemblen las piernas.

—Por mucho que quiera seguir disfrutando de este momento debo ir con mi padre a terminar unas cosas— lo escucho decir y asiento tratando de recuperar el aliento.

—Será mejor que salga primero o no saldremos pronto de este lugar— murmuro sintiendo mis mejillas rojas.

Enredo mi cuerpo con una toalla saliendo del baño y me dirijo al closet en busca de mi ropa, termino eligiendo un vestido negro ajustado de mangas largas de algodón, un abrigo y mis tenis blancos.

Me miro al espejo terminando de arreglarme y sonrío al ver mi vientre que se marca demasiado con este tipo de ropa.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras encontrándome a mi mamá y mi suegra en la cocina, una vez abajo ambas me miran sonrientes y suspiro comenzando a caminar hacia ellas.

—Creímos que tardarías más, hicimos algo de desayunar por si se te antoja algo— escucho decir a mi mamá y asiento tomando un plato sirviéndome el desayuno.

—Esto huele delicioso, parece que es aceptable para el bebé— murmuro haciéndolas reír.

Me dejo caer en la silla frente a ellas y el olor de la comida hace gruñir a mi estomago haciendo que mis mejillas se tornen rojas de vergüenza.

Después de un rato llega Scarlett haciendo que sonría al ver su pancita, su bebé es mayor que los míos por una semana, pero al yo tener dos mi vientre es un poco más grande.

—Que bueno que llegas hija, ¿Quieres desayunar algo? — escucho preguntar a mi suegra y mi cuada niega sentándose a mi lado.

—Gracias mamá, pero Logan no me dejo venir sin antes desayunar algo en la casa, quería estar seguro que este bebé no me iba a hacer vomitar lo que comiera, parece que solo le gusta la comida de su papá— la escucho decir y sonrío imaginándome a mi hermano en la cocina.

—Te entiendo perfectamente, con Halley me pasaba lo mismo, solo toleraba la comida hecha por Dominic, era bastante molesto y tierno a la vez— escucho decir a mi mamá y ruedo los ojos divertida.

—¿Y tu cariño, como te has sentido con los síntomas? — volteo a ver a mi suegra terminando de comer.

—Me ha dado mucha hambre, la comida con mucha sal y las que tienen demasiado dulce me dan náuseas, y apenas ayer tuve mi primer antojo, tuve que despertar a Deimos en la madrugada para que fuera a conseguirme fresas, lo bueno es que teníamos chocolate en el refrigerador— murmuro sonriendo, haciendo que ambas se miren con curiosidad.

Una Omega Para Mi ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora