PRÓLOGO

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En esta vida, siempre puede haber dos destinos. ¿Cuál de ellos elegirías? Todo depende de las decisiones que tome cada uno, es gracias a ellas que nuestros caminos se extienden hasta llegar al destino final. Al nuestro.

Quizá por eso, cuando todo sucedió de golpe en un Starbucks cualquiera de Londres, podría haber sido tan diferente como no haber pasado absolutamente nada.

Es que soy una experta en seguir todo aquello que indique peligro o carteles neón encima de la gente, manías mías.

Mi vida no es que fuera increíble, pero no podía quejarme del todo. Intentaba sobrevivir como si fuera el último de mis días, con una sonrisa para que nadie pudiera ver que, en verdad, todo me estaba afectando un poco. No mucho.

Dibujando sin cesar, como si realmente fuera a parar a algún sitio y tuviera futuro. Yo no creía tener mucho talento, pero, ¿por ello iba a dejar de hacer lo que más me gustaba?

Podría haber optado por dos caminos y en un momento dudé de ello así que, bienvenidos. Donde podréis decidir qué historia quisierais vivir vosotros.

ARTE EN EL ADNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora