Después del inicio que hacía Dylan en cada concierto, me coloqué la guitarra y entre vitoreo, silbidos y gente chillando piropos. Empezamos.
Cantamos una variedad de canciones que iban a formar parte del álbum y otras que eran covers de canciones. Estas últimas variaban dependiendo del fin de semana ya que el público también cambiaba de vez en cuando o a menos que nos pidieran que repitamos alguna que ya habíamos tocado con anterioridad.
Era un público entregado, que se sabía las canciones y las cantaba a todo pulmón. Que nos grababan ansiosos por que los miráramos mientras cantábamos. Una sensación que por más que quisiera no podría describir, me llenaba de orgullo estar ahí.
Tocaba acabar el concierto con el dueto que hacía con Dylan y eso de verdad me ponía muy nerviosa.
Fue con esa canción que cerramos el concierto y la gente nos aplaudía con entusiasmo, con ilusión, con muchas ganas de estar ahí y de volver el próximo fin de semana.
Mientras los chicos celebraban con unas cervezas en el backstage, Oliver me llamó para que me acercara.
―¿Has visto las redes sociales? ―Me dijo temeroso.
―No, ¿por qué?
Tenía su móvil en las manos, me miró suspirando y lo giró, había un hashtag que ya era tendencia "Lylan".
―¿Qué quiere decir esto? ―Pregunté con los ojos bien abiertos.
―Bien, ahora busca eso en el buscador de Instagram ―Sugirió Oliver.
En cuanto lo puse, solo había imágenes mías con Dylan de los bolos que habíamos hecho, de las canciones que cantábamos juntos, algunas incluso de cómo me miraba mientras yo cantaba (algo de lo que no me había dado ni cuenta). Distintas cuentas de fans diciendo que ojalá saliéramos juntos.
De la nada, tenía un brazo de Ethan rodeándome el cuello.
―¡Hostias Dylan! ―Exclamaba este―. Pero si sois los dos más famosos de la banda.
Ethan me cogió el móvil de las manos para ir pasando las fotos, a estas se le sumaron Finn y Dylan, que miraban las fotos sorprendidos, excepto Dylan que se le notaba molesto con el asunto.
Se bebió lo que quedaba de cerveza de un solo trago, me estampó el móvil en el pecho para devolvérmelo y salió de ahí.
Finn nos dijo que lo dejáramos solo. Estuvimos ahí un par de horas, aunque yo no tenía ganas de seguir ahí, la situación era incómoda y empezaron a aparecer más fotos del concierto que habíamos hecho hoy.
Quisiera entender el motivo por el que se puso así, ¿qué fue lo que le cabreó? Por más que mirara a Finn en busca de respuestas negaba con la cabeza y si él no lo sabía... estaba perdida del todo.
―Ya quisiera yo estar en el lugar de Dylan ―resoplaba Ethan.
―¿En serio? ―Inquirió Oliver, extrañado cuanto menos.
―Claro, ¿qué se rumoree que tengo algo con Lilith? ―Sonreía―. Solo hay que verla, todos la admiran y está con los pies en la tierra.
―¿Vas fumado? ―Fue lo primero que solté ante aquello.
―Un poco ―admitió―. Aunque en condiciones normales diría lo mismo, es Dylan que no sabe valorarte y a pesar de que te vio besándote con...
―Mery ―dije por él.
―Eso. Aunque te vio besándote con Mery y se cabreara por ello, no ha hecho nada al respecto.
―¿Qué? ―Tosí.
―Uy sí, pilló un cabreo... te morreaste con él ahí, la verdad que le dije que se calmara que no teníais nada y me miró mal. Dicen que si las miradas mataran... ―Reía Ethan.
―¿Va borracho? ―Pregunté al resto.
―Para nada, de hecho, apenas ha fumado nada así que lo dice debe ser cierto ―comentaba Finn.
Yo no era propiedad de nadie, no podía permitir que él me tratara así porque aprendí por las malas que merezco un amor sincero y real. Cierto es que hacía cosas que me desconcertaba, que había cosas que me llamaban la atención como para acercarme y rozar el peligro que aquello conllevaría.
―¿En qué piensas? ―Preguntó Ethan.
―Dylan no siente nada por mí, apenas me conoce y dudo que yo merezca la pena Ethan.
Chasqueó la lengua con media sonrisa, mirándome con atención. Como si se le hubiera encendido aquella bombilla que aparece en los personajes animados. Con aquella melena negra que goteaba sudor por darle con ilusión a la batería. A pesar del frío de Londres nosotros en ese instante chorreábamos de sudor.
―Voy a mostrar interés en ti, veremos cómo actúa y decides qué pensar ―optó por decir Ethan.
―¿Estás loco? ―Saltó Finn―. Dylan es una bomba.
―De alguna forma ha de creerme Lilith y de otra forma ha de darse cuenta Dylan que la gente no va a ir detrás de él siempre.
―¿Qué quieres decir con eso? ―Me crucé de brazos.
―Somos mejores amigos desde hace muchos años, vivíamos uno al lado del otro y sé su pasado al igual que sé que te ha contado alguna que otra cosa ―suspiraba Ethan―. No fue buena persona en un pasado, luego cambió en vez de arrear a los que no tenían culpa se creía un héroe sin capa para sentirse mejor consigo mismo.
Analicé cada una de las palabras que iba diciendo.
―Dylan es el tipo de persona que puede llevarse a cualquier chica, ¿entiendes? ―Decía apenado.
―Ethan, no des a entender que tú eres menos que él.
Él negaba con la cabeza, como si no hubiera entendido qué quería decir.
―Ni soy menos ni soy más Lilith, solo te digo que él consigue a la chica que quiere, aunque sea solo para una noche. No sé exactamente qué quiere contigo y dudo lo sepa, pero algo has tocado en lo más profundo de él para que se vuelva un completo neandertal.
―A ver si lo he entendido, ¿Ethan va a mostrar interés en Lilith para que Dylan reaccione ante sus sentimientos y que sepa qué es lo que siente por ella? ―Inquirió Trixy.
Ethan asintió.
―Nos hemos metido en una película de Netflix y me doy cuenta ahora ―negaba ella con la cabeza.
―Si quiere algo con Lilith, lo que sea, ¿no es más fácil decírselo? ―Preguntó Oliver, confuso como muchos de aquí.
― No lo saques de lo que la gente opina de él, se basa en lo se ha dicho de él y no puede ver más allá ―decía Ethan.
―Cierto es que cuando la vio en el Starbucks... ―Se calló de golpe Finn.
―No, ahora no te calles ―repliqué.
―Estaba callado, apenas habló no sé si eso lo recuerdas ―explicó Finn.
Asentí.
―Bueno es que tampoco tiene más vuelta esto, simplemente dijo que le parecías una chica especial ―se encogió de hombros el susodicho.
―Oix, eso es muy bonito ―decía Trixy la romántica.
―No sé qué decirte ―me encogí de hombros―. No voy a ir detrás de nadie, esa época ya pasó.
―Es que quizá eso le molesta según lo que comenta Ethan ―decía Oliver―. El hecho de que todas vayan detrás de él y que a ti no pueda tenerte.
―Pues que se ponga The Man de Taylor Swift y siga para delante con su vida ―reía Trixy―. Más no podemos hacer.
―Tengo ganas de irme a casa ―los dejé ahí para ir a por mí abrigo.
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ARTE EN EL ADN
Teen FictionVincent Van Gogh dijo un día que el sufrimiento es lo que lleva a los artistas a expresarse con mayor energía, un lema que permanecía en la mente de Lilith; para ella el arte era su mundo. El arte debería llevar por definición el nombre de ella. Cor...