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COMIENZO DE LA GIRA

Cuando nos dijeron la lista de lugares en los que actuaríamos me quedé bastante impresionada. No eran tantos en comparación a otros artistas con más popularidad que nosotros, pero sin embargo ya eran muchos siendo quienes éramos.

Habíamos decidido que iríamos por Reino Unido en una caravana preciosa que nos habían customizado en vez de ir cogiendo coches y aviones. El resto del mundo ya sería otro cantar.

Era espaciosa. Tenía una pequeña cocina, un saloncito para que podamos tocar la guitarra, un aseo diminuto que constaba de un retrete, ducha y pica en un espacio claramente reducido. Las camas eran tres literas que tuvimos que organizarnos. Ese era uno de los principales problemas.

―¡Yo me pido arriba! ―Exclamaba Ethan subiéndose en la de la derecha.

―Si hombre ―decía Dylan escalando en la del medio.

―Esto es alucinan... ―Intentó decir Finn, pero frenó en cuanto me vio subir la de la izquierda, que tenía la ventanita como la de Ethan.

―¿En serio? ―Nos miró Finn.

―Bueno, pues yo voy debajo de Lilith ―se resignó Trixy―. Total, yo quería abajo y en la esquinita.

Al final, Oliver dormía debajo de Dylan y Finn debajo de Ethan. Todos bien organizados, aunque tampoco tenían otro remedio puesto que nosotros nos habíamos emocionado como críos pequeños saltando a las de arriba.

Reino Unido sería donde más conciertos haríamos, puesto que era nuestro país. Entre ellos constaban primero Londres, Birmingham, Sheffield, Manchester, Glasgow, Edimburgo y por último Liverpool. En este último teníamos la suerte que Ethan y Dylan tuviera familia que nos dejase la casa para todos y pudiéramos ducharnos al menos en un sitio decente. Me daba miedo el hecho de que seguramente, vinieran a vernos el famoso grupo de instituto y tuviera que encontrarme de nuevo con ellos.

Ethan dejó de hablarse con ellos después de navidades cuando su madre tuvo una seria conversación con él, en definitiva, le dio toda la razón porque ellos eran la excusa perfecta para poder meterse de todo. Dylan otro tanto de lo mismo, era gente con la que solo tenía relación cuando estaba en casa de sus padres y ya de por sí era mínimo, después de las increíbles navidades cortó la poca relación que había tanto con ellos como con su hermano.

Paul, el desterrado. Su madre no lo quería ver ni en pintura, ella decía que no se le puede hacer eso a nadie y menos cuando el motivo era ese. Digna defensora de las mujeres. No sabemos mucho de él más allá de que Will tuvo que hablar acerca de lo sucedido (le dimos las navidades al pobre hombre). Mi cara salió en las noticias bastante tiempo y sobre todo después de la declaración que hice en la prensa al girar la esquina de casa de Dylan, intenté verlo con humor pensando en que correr no era la mío. Aun así, dolía, era una sensación que no se iba y que a veces me oprimía el pecho.

Sacudí los pensamientos negativos, haciéndolos a un lado y concentrándome en el presente. Killstar quiso colaborar con nosotros para que, al menos en Reino Unido, lleváramos ropa suya por lo que ninguno puso pegas y Oliver como persona que sabe de marketing lo vio como una oportunidad de oro.

―Estaremos ahí para apoyaros ―decía Frankie.

―Sí, yo gracias a vuestro manager tengo la oportunidad de fotografiaros en los conciertos ―comentaba Mery.

Ninguno sabía hasta hace bien poco que Mery se había sacado la carrera de fotógrafa. Iría por su cuenta como Will a los conciertos, es más, le encantaba ir a su bola. Cuando nos enseñó varias muestras del trabajo que hacía se nos abrieron los ojos a todos y a cada uno de nosotros. Hacía unas fotografías increíbles y teníamos muchísimas ganas de ver el resto, las editaría y se las pasaría a Oliver. Aquí todo era una cadena y trabajo en equipo.

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